Los aceites para masajes eróticos son un tipo de estimulación que busca el disfrute como preparación a una relación sexual o como única actividad. Para ello, se requiere preparar el ambiente, para que la estimulación sea multisensorial.
En un masaje erótico están involucrados los cinco sentidos, basándose en un espacio con una decoración excitante, música suave, velas aromáticas y un buen aceite que provoque todo un abanico de sensaciones en la piel.
Los aceites de masaje con efecto calor proporcionan un estímulo añadido. A la untuosidad del aceite y el deleite de la piel se le unen las sensaciones térmicas.
Estos aceites suelen contar con componentes que crean una película sobre la piel, haciendo que al soplar sobre ella se perciba una sensación de calor más o menos intensa.
Un masaje erótico nos sirve de vehículo para explorar todo el cuerpo de la pareja, o el nuestro propio. Descubrir las zonas más sensibles y cómo su estímulo puede despertar o incrementar la excitación. La delicadeza debe ser parte de la ecuación; se trata de celebrar la piel, conocerla, disfrutarla.
Preparar un buen ambiente favorece cualquier masaje erótico, incorporando elementos que complementen la atmósfera de relajación y placer con velas aromáticas, música suave, un espacio cómodo y una iluminación tenue.
El efecto calor añadirá ese toque especial, perfecto para entrar en calor en todos los sentidos.
El principal beneficio de un masaje erótico con aceite con efecto calor es la la posibilidad de descubrir con detalle la sensibilidad del cuerpo de la pareja y cómo reacciona a los estímulos. Se puede masajear el cuerpo de una manera relajada sin una meta fija, o bien ir incrementando las sensaciones acercándose a los puntos más sensibles en busca de un orgasmo profundo y relajado.
En terapia sexológica los masajes eróticos son muy recomendados. Sirven para alejarse del coitocentrismo, de las presiones de rendimiento y de las prisas. Un despertar de los sentidos a ritmo lento que ofrezca experimentar nuevas sensaciones y reconectar a otro nivel.
Aunque la untuosidad del aceite pueda invitar a ello, no deben usarse como lubricantes. Muchas veces sus componentes no están diseñados para el uso en mucosas (vagina o ano).
Los preservativos pueden verse alterados por determinados aceites, poniendo en peligro su integridad o efectividad. Consulta en el envase antes de ponerlos a prueba.
No, no debes preocuparte por quemarte. El efecto calor no se induce por la aplicación del producto en sí, sino por el contraste de temperatura con otras zonas donde no se ha aplicado, especialmente si soplamos sobre el punto donde sí hay aceite.
No tiene porqué. Hay aceites de masaje solubles en agua que pueden evaporarse o retirarse con un poco de agua.
Los aceites hidrófobos pueden ser un poco más pringosos, pero se retiran bien con agua y con jabón.
En la actualidad la mayoría de los aceites para masaje no tienen azúcar. Sí suelen presentar algún tipo de edulcorante, pero cuentan con un nivel calórico muy inferior, y no suelen suponer un problema en personas con restricciones alimentarias, propensas a las cándidas o que quieran evitar ese desagradable factor pegajoso.