¿Qué son?
Los perfumes con feromonas son aromas que actúan como un elemento potenciador del atractivo, creando un ambiente único.
Desde el inicio de los tiempos, las feromonas han jugado un papel importante a la hora de encontrar una pareja sexual compatible en el reino animal. En la actualidad, los humanos hemos perdido en gran parte esa sensibilidad olfativa y, de alguna manera, no tenemos la misma necesidad de extraer la información únicamente por el olor. No obstante, aún permanece cierta reminiscencia del pasado que nos ayuda a percibir a alguien como atractivo en función de su olor y lo que éste nos produce.
Características
Puede atraerte el olor de alguien concreto, recién sale de la ducha o incluso con el cuerpo sudado, y no sabes muy bien porqué. Ahí entran en juego las feromonas naturales y cómo nuestro cerebro las lee como apetecibles o no de manera inconsciente.
Para incentivar este tipo de atracción existen los perfumes o fragancias con feromonas. Diseñados para resaltar nuestro potencial personal y llamar la atención, aunque la otra persona no sea realmente consciente de ello.
¿Cómo funcionan?
El secreto de estos perfumes con feromonas es que están formulados con sustancias que acentúan nuestro aroma particular, y aportan una ayuda adicional para despertar el deseo en otras personas. Muchos contienen sustancias de origen vegetal, aunque también existen algunos con elementos de origen animal.
Una de estas sustancias, que se usa en muchos de estos productos, es el almizcle, y hace que el perfume con feromonas dure más tiempo.
Para que el perfume con feromonas haga su efecto, lo mejor es que pongas unas gotitas en zonas muy estratégicas del cuerpo, que son esas donde la circulación sanguínea es más superficial: el reverso de las muñecas, detrás de las orejas, en la nuca o en la cara interna de los codos. Estas zonas tienen la temperatura más elevada, lo que hará que el efecto dure más.