El mundo del sexo es tan amplio, y nos encanta dártelo a conocer, que hoy queremos hablarte de un tipo de orgasmo no muy conocido pero enormemente placentero: el orgasmo de cérvix o cervical, también conocido como punto A.
Las prácticas sexuales varían ampliamente y pueden incluir una amplia gama de actividades que involucran la estimulación erótica o placentera. Por lo que te recomendamos experimentarlo con mente abierta y ver si te gusta o no es una cuestión de preferencia personal.
Qué es el orgasmo cervical-uterino
El orgasmo cervical se produce cuando realizamos una presión profunda o un roce contra el cuello uterino, que logra estimular los nervios circundantes. Cuanto más se golpeen esos nervios, que se distribuyen por toda la pelvis, más fuerte es el orgasmo.
Es importante saber estimular bien esta zona, porque la forma en la que se presiona el cuello uterino puede llegar a ser incómodo para algunas mujeres. Hoy te enseñamos a hacerlo para que la experiencia sea totalmente placentera.
Cuando hablamos de cérvix nos referimos al punto donde termina la vagina y empieza el útero. Es una zona que tiene mucho que ver con la menstruación, el embarazo y el mismo parto. Y, desde hoy, también vas a aprender que tiene mucho que ver con el orgasmo.
Qué tiene de placentero el cérvix
A priori, el cérvix no es una zona erógena. Sin embargo, puede convertirse en una zona muy placentera si la trabajamos. Y merece mucho la pena hacerlo…
Cuando estamos excitadas, el cérvix lubrica y se contrae al llegar al orgasmo, como el resto del útero y la vagina. En un orgasmo cervical la sensación de placer recorre todo el cuerpo desde un origen diferente, directo a la columna.
Claves para llegar al orgasmo cervical
Lo primero para como estimular el cérvix es estar relajados, no tener prisa y tener paciencia y ganas de disfrutar el proceso. Dicho esto, toma nota de estos consejos que te ayudarán a llegar al orgasmo cervical.
Ubica tu cérvix
Saber dónde está el cérvix es básico para lograr su estimulación. Para ello, debes poner a trabajar tus dedos. Abre el camino con el dedo corazón hasta que notes un tope o pared al final de la vagina. Ese es el inicio del cuello uterino. ¡Lo has encontrado!
No olvides usar lubricante para que la exploración de la zona sea más cómoda y no irrites las paredes vaginales.
Relaja el cérvix y la mente
Si tu cérvix no está relajado, probablemente no vayas a sentir ningún placer. Por ello, es importante que lo acaricies suavemente, relajando la pelvis (y la mente). Ese leve masaje con tus dedos hará que se relaje poco a poco y se prepare para el orgasmo.
Estimula el cérvix a solas
Hemos empezado con un suave masaje, pero vamos a dar un paso más: estimular el cérvix. Para ello, y siempre con tus dedos lubricados, haz movimientos en círculos alrededor del cérvix. Intercala este movimiento con otro de lado a lado. Incluso puedes jugar a parar tu dedo sobre una zona concreta durante unos segundos.
No debes tener prisa porque puedes tardar hasta 45 minutos para lograr el clímax estimulando el cérvix. Por ello puedes ayudarte con algún vibrador, controlando el ritmo para que no resulte brusco o doloroso.
Ya sabes dónde tienes el cérvix, y has aprendido a estimularlo. ¿Por qué no pasar al siguiente nivel e involucrar a tu pareja en la estimulación y orgasmo cervical?
Una penetración profunda puede conseguir que llegues al orgasmo cervical, de modo que puedes perfectamente hacer que tu pareja participe, ya sea con su pene o con algún juguete sexual.
Dada la sensibilidad de la zona, la penetración debe ser suave al principio, con movimientos circulares para lograr una mayor y mejor estimulación.
Posturas para estimular el cérvix a la perfección
Por lo que te hemos dicho antes, podrás suponer que las mejores posturas para estimular el cérvix a la perfección son aquellas que facilitan una penetración más profunda.
El misionero es una estupenda opción, con las piernas abiertas, sobre los hombros de tu pareja, o flexionadas y apoyadas en su pecho. ¡Postura perfecta para lograr la penetración profunda buscada!
Otra idea: ponte de pie, con una pierna encima de una mesa y la otra recta y apoyada en el suelo. Debes poder mantener el equilibrio y estar preparada para las “estocadas” de tu pareja.
Una última propuesta: la postura del perrito también es buena para facilitar el “acceso” al cérvix.
Trucos profesionales para conseguir un orgasmo cervical
¿Cómo? ¿Qué ya dominas todo lo anterior y quieres dar un paso más? Pues sigue leyendo porque te damos las claves para lograr el orgasmo cervical como una auténtica profesional.
Lo haces justo antes de que te venga la regla
Si te atreves, el orgasmo cervical es más fácil de conseguir mientras tienes la regla ya que el cuello uterino baja un poco durante el período.
Fortaleces tu vagina
Debes trabajar los músculos del suelo pélvico para lograr un mejor orgasmo. Para ello, puedes ayudarte de ejercicios con bolas chinas durante 15 minutos al día, o bien con Kegel. Si lo haces bien, podrás conseguir orgasmos de entre 10 y 15 contracciones, cuando lo “normal” es que sean de entre 3 y 5.
No te olvides del lubricante cuando estés experimentando con una penetración profunda
Como te hemos dicho más arriba, estimular el cuello del útero es tan placentero para muchas personas como molesto para otras. Por ello es básico que uses el lubricante para acceder mejor a la zona y gestionar mejor su enorme sensibilidad.
Así es como se sentirá un orgasmo cervical si lo logras
A priori puede parecerte complicado distinguir entre las sensaciones que te ofrecen los distintos tipos de orgasmos, pero cuando hablamos del cervical, notarás un escalofrío por todo el cuerpo, una ráfaga de placer entre el ombligo y la vagina que nunca antes habrás notado.
Comparación del orgasmo cervical con otros tipos de orgasmos:
Clitoriano: Se logra mediante la estimulación directa del clítoris, que es la zona más sensible de los genitales femeninos y se encuentra externamente. A diferencia del orgasmo cervical, no requiere estimulación profunda en la vagina.
Vaginal o Punto G: Este tipo de orgasmo se alcanza estimulando el punto G en la vagina. Aunque el punto G se encuentra dentro de la vagina, se diferencia del orgasmo cervical en cuanto a la zona de enfoque y la intensidad de la estimulación. Este es uno de los principales puntos erógenos de la vagina.
Mixto: Se refiere a experimentar un orgasmo simultáneo en el clítoris y la vagina. Es una combinación de la estimulación clitoriana y vaginal. A diferencia del orgasmo cervical, que se centra en el cuello uterino, el orgasmo mixto involucra múltiples áreas erógenas.
Cervical: El orgasmo cervical se logra mediante la estimulación directa del cuello uterino, que se encuentra en el extremo de la vagina. A diferencia de otros orgasmos que pueden ser más accesibles, el orgasmo cervical requiere una estimulación más profunda y puede ser más difícil de alcanzar.
Múltiple: Se trata de experimentar al menos dos orgasmos en una sola relación sexual. A diferencia del orgasmo cervical, que se enfoca en una sola forma de orgasmo, el orgasmo múltiple implica la posibilidad de tener orgasmos consecutivos o combinados de diferentes tipos, también llamado multiorgasmo.
De los Pezones: Este orgasmo se logra mediante la estimulación de los pezones. A diferencia del orgasmo cervical, que se centra en la estimulación vaginal, el orgasmo de los pezones se enfoca en una zona erógena diferente.
En resumen, lograr los orgasmos cervicales requieren tiempo y práctica para alcanzarlos. Además, señala que la estimulación directa del cuello uterino se puede lograr con la ayuda de juguetes sexuales como vibradores o el uso del pene. Sin embargo, es importante tener en cuenta que solo alrededor del 10% de las mujeres pueden experimentar este tipo de orgasmo.
Es importante destacar que la elección y uso de juguetes sexuales es una decisión personal y debe hacerse de forma segura y consensuada. Es recomendable informarse adecuadamente sobre los productos antes de adquirirlos y seguir las instrucciones de uso para garantizar una experiencia placentera y segura.
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