Descubre nuestra selección de duchas anales para una limpieza íntima y placentera. Garantiza tu comodidad y seguridad en cada encuentro íntimo.
La ducha anal es un elemento para la higiene del ano y recto antes de tener relaciones sexuales anales. Pueden ser duchas anales manuales, similares al funcionamiento de una pera, o bien adaptadores para la ducha de tu casa para hacerlo de manera más cómoda.
Dependiendo del modelo, el funcionamiento puede variar. En el caso de las duchas manuales, tienen un diseño similar a una pera. El depósito debe llenarse de agua tibia, después se lubricará la cánula y se introducirá con cuidado en el ano. Debe apretarse de una sola vez para que salga todo el líquido, y retirarla del ano.
En el caso de los adaptadores para la ducha, será preciso desmontar la alcachofa de tu ducha y colocar el adaptador. Una vez colocado, debe lubricarse la parte inicial e introducir toda la zona perforada en el ano. Una vez dentro, se debe abrir el grifo con agua tibia (pruébala antes) unos segundos.
Sigas el método que sigas, se requiere que aguantes el agua en el interior lo máximo posible. Después, relaja el esfínter y déjala salir. Puede que requieras varios lavados para una limpieza completa, pero ten cuidado.
Asegúrate de estar dentro de la ducha o sentado en el WC antes de aplicar el agua, así evitarás manchar demasiado.
Una vez hayas terminado, limpia la cánula y el depósito de la dicha anal, o el adaptador de ducha con agua y jabón, y dentro de lo posible, utiliza un limpiador higienizante de manera complementaria para evitar la proliferación de bacterias.
La ducha anal es un accesorio esencial para aquellos que desean explorar y disfrutar del sexo anal de manera segura y cómoda. Esta práctica herramienta te permite realizar una limpieza íntima previa, asegurando una higiene adecuada y proporcionando una sensación de limpieza y frescura antes de la penetración anal. Al eliminar cualquier preocupación sobre la limpieza, podrás enfocarte por completo en experimentar nuevas sensaciones y maximizar el placer sexual.
Las duchas anales ofrecen una forma sencilla y efectiva de mantener una higiene adecuada antes de la actividad sexual. Estos dispositivos cuentan con un diseño ergonómico que facilita su manejo y una capacidad de agua ajustable para adaptarse a tus necesidades individuales. Al utilizar una ducha anal, podrás enjuagar suavemente el área anal, eliminando cualquier residuo y asegurando una experiencia más higiénica y cómoda.
La mucosa del interior de ano y el intestino es muy sensible, siendo propensa a las microfisuras con facilidad. Además, tiene una flora bacteriana que protege contra infecciones y otras molestias, y con los lavados puede destruirse provocando problemas en nuestro cuerpo.
Es recomendable no abusar excesivamente de las duchas anales, y mantener una dieta rica en fibra y una buena hidratación para que el conducto esté más despejado y, por tanto, requiera menos limpieza.
Usa siempre agua tibia, probando previamente que tiene una temperatura adecuada. Y nunca utilices jabones en las duchas anales.
Las duchas manuales con depósito tienen un indicador de capacidad. Habitualmente hace falta una o dos aplicaciones para una limpieza óptima.
En los adaptadores para la ducha tendrás que controlarlo guiándote por las sensaciones. Siempre es mejor que entre menos agua, a excederse.
Los jabones están diseñados para la piel, la parte expuesta y más resistente aun con distintas sensibilidades según la zona, y tienen componentes más o menos abrasivos.
Las mucosas del ano y el resto de intestino son muy sensibles; aplicar jabón puede destruir la flora bacteriana con mucha más rapidez, además de poder provocar infecciones e incluso microlesiones.
Deberemos asumir que el ano es ano y, como tal, por limpio que lo tengamos, puede tener un aroma particular. Si aun tras la limpieza te da cierto reparo, puedes usar condones extra fuertes.
En absoluto. El uso de las duchas anales es una decisión personal, no eres peor persona o irresponsable si no las usas.
Puedes darte una ducha ordinaria y, si tú o tu pareja tenéis cierta aprensión, el uso de un condón evitará el contacto con posibles sorpresas. Asumir que el ano es lo que es, y sale lo que sale, también ayudará a normalizar que es posible que podáis mancharos; y eso no quiere decir nada.
Sigue una dieta rica en fibra e hidrátate con frecuencia para que los conductos estén más despejados. Así solo tendrás que darte un lavado rápido con la ducha anal, siempre que sea tu elección, en lugar de necesitar varias cargas.
No es necesario utilizar lubricante con la ducha anal, ya que su propósito principal es la limpieza. Sin embargo, si deseas una inserción más cómoda, puedes aplicar una pequeña cantidad de lubricante a base de agua en la boquilla antes de su uso.