¿Tienes pocos orgasmos o incluso ninguno? ¿Llegan con excesivo retraso? Si eres mujer y te ocurre, quizás estés sufriendo un caso de anorgasmia. Te contamos en qué consiste y cómo combatirla?
¿En qué consiste la anorgasmia?
La anorgasmia, también llamada trastorno orgásmico femenino, se presenta en las mujeres y afecta al momento en el que aparece el orgasmo una vez que hemos tenido una excitación y estimulación sexual. Esta afectación se presenta en forma de retrasos o ausencia del orgasmo o incluso con la poca frecuencia de los mismos.
Tipos de anorgasmia
La forma en la que reaccionamos a un orgasmo, o la ausencia de él, es tan diferente entre las personas, que la anorgasmia también se manifiesta de forma distinta.
Relativa
La anorgasmia relativa hace referencia a aquella que sólo se produce en determinadas prácticas sexuales o situaciones. Por ejemplo, quizás tengas orgasmo cuando te penetran pero no con el sexo anal, o viceversa.
Absoluta o generalizada
Si pase lo que pase, siempre tienes problemas para llegar al orgasmo, lo tuyo es una anorgasmia generalizada o total.
Primaria
Si nunca has alcanzado el orgasmo, entonces sufres una anorgasmia de este tipo.
Secundaria
Puede que ya hayas tenido orgasmos pero, de pronto, dejes de tenerlo. Se trata entonces de una anorgasmia secundaria.
Circunstancial
La anorgasmia circunstancial ocurre sólo en determinadas situaciones o circunstancias, no se presenta siempre y tan sólo con ciertos tipos de estimulación o incluso dependiendo de tu pareja sexual.
Cuáles son sus síntomas
Muchas veces os hemos contado en belover que a la mujer no siempre le basta con el tradicional “mete-saca” para alcanzar el orgasmo. Sí, la penetración vaginal estimula el clítoris, pero no siempre es suficiente. A veces se requiere una estimulación directa del clítoris, ya sea de forma oral o manual. Puedes incluir masajeador de clítoris en tu actividad sexual.
Ya te hemos adelantado los síntomas de la anorgasmia pero te resumimos: retraso o ausencia del orgasmo, tener orgasmos pero menos frecuentes o tenerlos pero menos intensos. Si te ocurre alguno de estos supuestos, sigue leyendo y descubre las causas.
Hay varias causas que se señalan como provocadoras de la anorgasmia. Algunas son psicológicas, otras físicas, culturales o incluso sociales.
Psicológicas
Nuestra mente juega un papel muy importante en muchas situaciones de nuestra vida, y en el sexo por supuesto que también. Ciertas experiencias, pensamientos o comportamientos contribuyen a que aumente la dificultad de tener orgasmos.
Por ejemplo ciertas creencias culturales o religiosas pueden estar impidiéndote llegar al orgasmo. El estrés, la pérdida de un ser querido, problemas de salud mental o falta de autoestima, son otros factores psicológicos a tener en cuenta para encontrar las causas de la anorgasmia.
Físicas
Hay multitud de causas físicas que pueden provocar anorgasmia: una enfermedad, ciertos medicamentos, cambios físicos relacionados con la edad…
Entre las enfermedades podemos contarte que la diabetes, la esclerosis múltiple o la vejiga hiperactiva pueden causar este trastorno.
Y si hablamos de medicamentos, también los hay que no se llevan nada bien con el orgasmo femenino, como los antidepresivos, antihistamínicos o incluso ciertos tratamientos ginecológicos.
El alcohol y el tabaco también son causas posibles. El primero porque inhibe el sistema nervioso, y el segundo porque limita el flujo sanguíneo a los órganos sexuales.
Sin duda el estado de salud de tu relación de pareja es determinante para alcanzar, o no, el orgasmo. Una pareja que pasa por momentos complicados la comunicación sexual en pareja se hará más difícil.
Entre los principales problemas de pareja que pueden influir en el orgasmo se encuentran las infidelidades, la falta de intimidad, cualquier conflicto sin resolver, falta de confianza o incluso si tu pareja masculina sufre problemas de erección.
¿Se puede combatir la anorgasmia?
Dado que la anorgasmia proviene de ciertas causas físicas o psicológicas, deberemos “atacar” a esas causas para poder combatirla. Muchas veces un cambio de estilo de vida es parte de la solución, y en otras necesitarás algún tipo de terapia. No en vano la mayoría de los casos son de origen psicológico.
Cuando hablamos de terapia, generalmente se inician con una parte educativa, en la que tu médico te ayudará a conocer tu cuerpo, tu anatomía sexual, saber cómo responde a la estimulación sexual.
La masturbación será algo necesario para seguir conociendo tu cuerpo. Sin el estrés de enfrentarte a un orgasmo con tu pareja sexual, estimularte a ti misma te ayudará a conocer tu cuerpo y tu momento de clímax.
La anorgasmia no se trata con medicación, casi siempre se solucionará con terapia. En todo caso, conviene que sepas a quién recurrir si lo sufres. Debes acudir a algún especialista de las áreas de andrología, ginecología, sexología y, claro, psicología o psiquiatría.
Esperamos que este post te haya ayudado a conocerte un poco más y, si es tu caso, saber por qué te cuesta tanto tener orgasmos.
En nuestro sex shop online, nos enorgullece ofrecer productos de alta calidad a precios asequibles. Desde vibradores hasta lubricantes, todos nuestros artículos son cuidadosamente seleccionados para asegurarnos de que satisfagan tus necesidades y deseos sexuales.
En BELOVER utilizamos cookies analíticas con tu consentimiento para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tu visita en este sitio web para medir las preferencias de nuestros visitantes. Para información adicional Pincha aquí.
Cookies estrictamente necesarias
En BELOVER utilizamos cookies analíticas con tu consentimiento para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tu visita en este sitio web para medir las preferencias de nuestros visitantes. Para información adicional o configurar tus preferencias Pincha aquí.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Cookies de terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!