Kamasutra, todo lo que hay que saber sobre este libro
Nadie lo puede negar: el Kamasutra es uno de los libros más famosos de la historia. Desde que llegara a Occidente ha suscitado curiosidad, críticas, censuras y algún que otro estudio riguroso. Y, aunque la mayoría no lo reconozca, millones de personas lo han tenido en sus manos y sí, han experimentado e incluso han mejorado sus artes amatorias gracias a él.
Sin embargo, y a pesar de la creencia popular de que el Kamasutra es simplemente un libro de posturas sexuales más o menos acrobáticas, lo cierto es que es mucho más.
Detalles a conocer sobre el libro
Antes de entrar en materia, un apunte curioso. No se sabe a ciencia cierta cuándo vio la luz el Kamasutra, pero sí que su autor fue Vatsiaiana, un miembro de una casta sacerdotal hindú al que se sitúa entre los siglos I y VI. Es decir, que en el peor de los casos ¡tiene 1.500 años!
Composición real y total del libro
El Kamasutra es un auténtico tratado de las relaciones de pareja. Quien piense que se limita a explicar posturas sexuales se equivoca. Se compone de 36 capítulos recogidos en siete apartados.
Sólo los dos primeros se refieren directamente al sexo, el resto se centran en la elección de esposa, en cómo debe comportarse esta, en las esposas de otros, las cortesanas y en cómo atraer a otras personas.
Modificaciones
Si hoy pusiéramos en manos de cualquiera el Kamasutra original, seguramente no le llamaría la atención en absoluto. ¿La razón? No tenía ilustraciones. Esa es una de las mayores modificaciones que ha sufrido el libro, pero no la única, ya que después de Vatsiaiana muchos autores lo han versionado.
La base de una pareja feliz
Sí, el Kamasutra habla de posturas sexuales, de preliminares, de fantasías y de deseo. Pero también habla de entrega mutua y de conexión en cuerpo y alma, de jugar y descubrir cómo darse placer para alcanzar la plenitud y la felicidad.
Hay un componente físico y otro espiritual y ambos deben fundirse, por eso se habla de “unión divina”.
No solo es sexo
El Kamasutra teoriza sobre los diferentes tipos de amor y de amantes, habla de cómo encontrar el placer sin desequilibrar otros aspectos de la vida, de cómo alcanzar la armonía espiritual o cómo encontrar a la pareja adecuada. Es un reflejo de la época en la que se escribió, de sus costumbres y de su sociedad y, sin embargo, muchas de sus reflexiones siguen vigentes.
Lo relevante de la seducción
Si hay algo a lo que el Kamasutra da un enorme valor es a la seducción, a esos pasos previos al acto sexual en sí, que vendría a ser algo así como el broche final al cortejo. Cada iniciativa para despertar la atracción de la otra persona, para ganar su confianza y despertar su deseo son tan importantes como el coito.
Los dibujos
Decíamos que el Kamasutra original no tenía ilustraciones de ningún tipo. Esas llegaron con el tiempo y han ido evolucionando con él. Así, de dibujos hechos a mano, se ha pasado a fotografías mucho más explícitas. Lo que es cierto es que hoy no se concibe el libro sin ningún tipo de imagen.
Por qué es el libro más famoso
No hay nadie que no sepa qué es el Kamasutra, que no haya oído hablar de él y no sepa de qué trata, al menos en parte. Lo que durante años fue una obra casi clandestina y prohibida, se popularizó en los años 60 con la revolución sexual hasta tal punto que ahora se puede encontrar en casi todos los idiomas.
El Kamasutra no ha perdido vigencia en muchos de los aspectos que aborda. Es más, debería ser libro de consulta para parejas en crisis o para aquellas que han caído en la rutina de sus encuentros sexuales. Pero no hay que entenderlo como un manual de posturas sexuales porque no lo es.
La importancia de la seducción, de saber dar y recibir placer, y de conectar a niveles profundos con el compañero de juegos son cuestiones tan actuales hoy como lo eran hace casi dos mil años.
Si hay algo que enseña, el Kamasutra es el poder de los juegos preliminares, de los besos, de las caricias y del descubrimiento de la otra persona. Porque el acto sexual es solo el final de un largo camino.
Posturas más sencillas del Kamasutra
En el libro se detallan 64 posturas para hacer el amor. Pero, realmente, parten de 8 posiciones básicas, el resto no son más que variaciones.
No nos engañemos, para poner en práctica algunas de ellas se necesita algo más que una buena forma física, pero hay otras muchas aptas para casi todo el mundo. También, se pueden encontrar variantes de Kamasutra para hombres y Kamasutra para mujeres.
Candado
Es perfecta para un arrebato de pasión incontrolada porque se puede poner en práctica en una mesa, la encimera de la cocina o el escritorio. Él de pie y ella sentada abrazándole con las piernas. Ideal para no perder el contacto visual y añadir un puntito de excitación.
Perrito invertido
En esta postura es él el que se sienta, sobre la cama o el sofá, con las piernas estiradas y apoyándose en los brazos. ¿Y ella? Se coloca encima, dándole la espalda y en posición de perrito. Él tiene las manos libres para tocar y ella el poder de decidir la intensidad de los movimientos.
Hamaca
La técnica: él sentado en una superficie dura, con la espalda ligeramente recostada y las piernas flexionadas, y ella sentada sobre él apoyándose en sus hombros. El resultado: penetraciones profundas, mayor fricción y orgasmos más intensos.
Cucharita
Tan sencillo como recostarse en posición fetal. ¿Sus grandes atractivos? Es una postura cómoda, perfecta para embarazadas; el contacto es máximo y la penetración profunda. Además, sirve igual para sexo vaginal o anal.
Sumisión
Es una postura cómoda y muy sensual. La mujer permanece tumbada boca abajo, apoyándose en los brazos y el vientre, y con una pierna estirada y otra plegada. El hombre, que tiene todo el control, simplemente, se coloca sobre ella. Ideal también para sexo anal.
Montaña mágica
Muy tierna, pero requiere una pequeña preparación. Lo primero, hacer una montaña de cojines, la comodidad es importante. Luego la mujer debe recostarse en ella y abrir las piernas para que él pueda penetrarla mientras la abraza y la susurra al oído. Y mucha, mucha piel en contacto
Amazona
En esta postura la que domina es la mujer. Mientras él se sienta o se tumba cómodamente, ella se monta a horcajadas y marca el ritmo. Ella controla y él tiene las manos libres para volverla loca.
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