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Quizá estés viviendo ese momento en el que las relaciones sexuales se han vuelto monótonas con tu pareja y ha llegado a vosotros la tan temida rutina sexual.
No debes pensar que algo está fallando entre vosotros, porque es habitual que la rutina sexual aparezca en todas las parejas con el paso del tiempo. La monotonía puede hacer mella y no tiene por qué ser malo: llegar a ella nos abre nuevos horizontes que probar para, precisamente, acabar con la misma.
Existen muchas formas de salir de la rutina sexual, y estas son algunas de ellas.
Seguro que has vivido esos momentos tan eróticos en los que flirteabas con otras parejas a través de aplicaciones o webs de encuentros. Incluso has podido tener este tipo de conversaciones subidas de tono con tu propia pareja. Esos momentos en los que tu pareja estaba en la oficina y tú mandabas un mensaje diciendo lo que querías que te hiciera al llegar a casa...
Con el tiempo, esta chispa sexual se puede perder. ¿Por qué no recuperarla? Podéis hacerlo a través de mails, de WhatsApp, de llamadas e incluso con cartas y notas escritas y que dejes en lugares estratégicos de la casa. Seguro que os ayuda a salir de la rutina sexual.
Los masajes eróticos son una de las técnicas habituales para romper la monotonía en una pareja. Además, son el perfecto juego previo para acabar con una fantástica relación sexual. De hecho, un masaje con final feliz es una de las mayores fantasías que tiene el ser humano.
Para que el masaje funcione, debes conocer bien a tu pareja, saber qué parte del cuerpo le gusta más que le masajeen, y el tipo de masaje que quiere recibir. Aprender a entender el cuerpo de tu pareja será un divertimento en si mismo.
¿Cuál es tu postura favorita en la cama? Seguro que ya dominas el misionero o el perrito pero... ¿Has probado alguna nueva? Sigue leyendo porque te damos alguna revolucionaria sugerencia.
La alineación coital es una evolución del misionero por la que el hombre se apoya en los hombros de su pareja para que el pene estimule el clítoris de la mujer. La mujer estará tumbada boca arriba, y el hombre recaerá encima, pero con cuidado de no ser una carga. Los brazos te ayudarán a amortiguar tu peso en el cuerpo de tu pareja.
Para que salga perfecta, las piernas de la persona que será penetrada deben permanecer rectas, y quien penetra rodearlas con las suyas. En esta posición, el hombre deberá hacer movimientos de arriba a abajo, y no de dentro hacia afuera.
Es una técnica sencilla, pero muy morbosa. Consiste en ser un espejo de tu pareja, es decir, imitar y repetir todos sus movimientos. Si te acaricia la pierna, haz lo mismo. Si te toca el brazo, haz lo mismo. Si aumenta su intensidad en la estimulación de tus zonas erógenas, imítalo.
La técnica del Florentino recibe su nombre de la ciudad de Florencia. Para practicarla debes retirar suavemente el prepucio del pene de tu pareja justo antes de la penetración, dejando al descubierto la base del glande, que es una de las zonas más sensibles del hombre. Normalmente, antes de penetrarte, tu pareja ya se retira el prepucio, pero lo justo para realizar el acto sexual. Haciéndolo tú, y con la técnica del Florentino, mantendrás el prepucio más abajo, exponiendo el glande mucho más al roce y, por tanto, generando más placer a tu pareja.
Eso sí, esta técnica sólo es posible con hombres no circuncidados. No olvides preguntar antes a tu pareja, pues es una zona muy sensible y el movimiento de la piel podría ser doloroso. Que no le pille desprevenido...
La literatura, el cine erótico, el porno... nos muestran muchas situaciones que, si las pensamos en nuestra vida diaria, pueden convertirse en verdaderas fantasías sexuales. Ser protagonista de vuestro propio juego de rol será un gran aliciente sexual. Vosotros ponéis los límites: jugar a los doctores, a ser strippers, al amor prohibido entre un profesor y su alumna... Te recomendamos que no haya límites y dejes volar tu imaginación. Conviértete en eso que siempre has soñado.
Eso de que hay que tener relaciones sexuales por la noche, y en la cama, está ya super pasado. Una de las cosas más sencillas que puedes hacer para romper la rutina es olvidarte de esos horarios y probar nuevos momentos del día. ¿Quién te ha dicho que no puedes irte a trabajar después de tener una apasionada relación sexual con tu pareja? ¿Y por qué no dedicar la siesta del domingo al arte de amar? El día tiene 24 horas, y cualquiera es buena para explorar sexualmente a tu pareja.
A no ser que vivas en un mini estudio, seguro que tienes diferentes rincones de la casa donde practicar sexo: la cocina, el baño, el salón... encima de la lavadora, en el balcón... Y si tu hogar se queda pequeño, siempre podemos experimentar lugares fuera: hoteles, playas, áreas de servicio... Todo, siempre, con cuidado y respeto a posibles miradas extrañas.
Un clásico entre las técnicas para romper la monotonía de una pareja: planear una escapada romántica. Piénsalo: tú y tu pareja solos, lejos de casa y de vuestro entorno familiar y cercano, dedicados en exclusiva el uno al otro... Y además, esto no es tan complicado como a veces lo pintamos, porque no hará falta coger un avión e irnos a románticos destinos europeos, a veces, tenemos el paraíso más cerca de lo que pensamos: un pueblo con encanto, una casa en las montañas...