¿No serás de los que piensan que las fantasías eróticas son sólo cosas de hombres, no? Claro que no, las mujeres también tienen fantasías sexuales, y muchas. Y es que lo de imaginar nuevas situaciones es tan fácil como dejar volar la imaginación. Algo que no entiende de sexos.
Si hablamos de fantasías sexuales, la imaginación lo que hace es llevarnos a situaciones excitantes, distintas a las que vivimos… A veces son pensamientos conscientes, pero otras son inconscientes, y es nuestra mente la que se deja llevar sin que lo podamos controlar.
A la hora de fantasear, las mujeres son mucho más detallistas en sus fantasías. Las imaginan de forma más intensa, con más detalles… y, cuando son más jóvenes, son fantasías románticas y sensuales que van transformándose en sexuales a medida que avanzan en edad.
Los beneficios de tener fantasías (y de compartirlas)
Rotundamente: fantasear es bueno. Y lo es, entre otras cosas, porque te ayudará a desconectar de la realidad, te servirá para evadirte del estrés y aumentarán tu deseo sexual.
Lo bueno de las fantasías, además, es que no tienen límite, y te van a permitir experimentar cosas que, quizás, no te plantees en la vida real. Y eso te excitará muchísimo.
Y no dudes en compartir las fantasías sexuales con tu pareja. Cuéntale lo que imaginas, lo que sueñas porque, indirectamente, estás contándole lo que posiblemente te gustaría vivir en la realidad. Tu vida sexual en pareja va a mejorar.
Tipos de fantasías eróticas
El mundo de las fantasías eróticas es tan interesante que no hay una única fantasía, sino varios tipos.
Las fantasías creativas
Cuando buscamos mejorar nuestras relaciones sexuales, echamos mano, o mente, de fantasías creativas e imaginativas que creamos en nuestra mente para excitarnos.
Las fantasías anheladas
Cuando deseamos tener experiencias sexuales reales, pero no nos atrevemos a hacerlas realidad, primero llegan a nosotros en forma de fantasías anheladas a través de nuestra mente.
Las fantasías irrealizables
No nos engañemos, la mente no conoce límites. Tanto es así que, en ocasiones, hacer realidad ciertas fantasías se convierte en algo imposible. Hablamos en este caso de fantasías irrealizables, ya sea porque pueden poner en riesgo la integridad física de los participantes o incluso ser ilegales por algún factor.
Son realmente diferentes las fantasías masculinas de las femeninas
Aunque el objetivo de las fantasías sexuales es el mismo para los hombres y para las mujeres, conseguir placer, lo cierto es que existen ciertas diferencias en el modo en el que fantasea cada uno de los sexos porque no desean lo mismo los hombres que las mujeres.
Un hecho diferencial de las fantasías eróticas de los hombres frente a las de las mujeres es que suelen estar más enfocadas a la dominación.
Las fantasías femeninas más habituales
Ahora que ya sabemos que las fantasías eróticas no sólo no son un tema tabú sino que son beneficiosas y recomendables, analicemos a continuación cuáles son las más habituales entre las mujeres.
Hacer un trío
Probablemente la fantasía que más desean ambos sexos, pero también la que más diferencias ocasiona. Porque mientras ellos se imaginan siendo el hombre entre dos mujeres… ellas prefieren experimentar un trío entre dos hombres…
Intercambio de pareja
Una de las prácticas sexuales que más está creciendo y que, como no, comienza en forma de fantasía, imaginando ese momento en el que compartimos algo más que palabras con una tercera persona que no es nuestra pareja habitual. Para que salga bien la comunicación entre la pareja es importantísima, para conocer dónde están los límites, y establecer ciertas normas para que la estabilidad de la pareja no se tambalee.
Sexo en un lugar público
Hay que reconocerlo, a la hora de fantasear pensando en relaciones sexuales, nos da morbo lo prohibido, que nos puedan ver… Y los lugares públicos son el escenario de esas fantasías que nos llevan a practicar sexo en un probador, en un parking, en la playa...
Sexo en la oficina
¿A quién no se le ha pasado por la cabeza tener sexo en la oficina donde tantas horas pasamos al día? En tu mesa, en la sala de reuniones, en la sala de fotocopias…
Sexo con un desconocido
Basta cruzarnos con alguien desconocido en el supermercado, en el metro o por la calle para que algo se encienda en nuestra mente y nos imaginemos dándonos un auténtico revolcón con esa persona que no conocemos de nada.
Sexo con un conocido
Es una fantasía muy común. En nuestro día a día convivimos con muchas personas más allá de nuestra pareja: compañeros de trabajo, de gimnasio, de universidad … Y sentir deseos sexuales, e imaginar situaciones eróticas con esas personas, es muy habitual.
Ser observada u observar
Ese puntito exhibicionistas que tenemos se muestra con mayor frecuencia en nuestras fantasías. Que nos vean, nos puedan pillar en algún sitio, digamos, inadecuado… nos encanta. Y al revés, también, es decir, también nos gusta mirar.
Sexo en grupo
Bienvenidos al mundo de la orgía. Practicar sexo en grupo es una de las fantasías más recurrentes pero, también, las que solemos considerar más irrealizables.
Ser dominada o dominar
En los últimos años, gracias a la influencia de productos literarios y cinematográficos, la dominación ha ido ganando adeptos. Y ellas también fantasean con jugar a dominar, y a ser dominadas.
Sexo con otra persona con diferencia de edad
La diferencia de edad nos pone, y es habitual fantasear con tener relaciones sexuales con personas más mayores, porque pueden aportarnos experiencia, o con personas menores que nosotros (que no menores de edad…), ya que nos hace convertirnos en sus “maestros”.
Sexo con otra mujer siendo heterosexual
Muchas teorías afirman que todos nacemos con una bisexual que duerme en nosotros y que, si no se manifiesta, es por el bloqueo que produce el contexto social y cultural. Pero ese bloqueo desaparece en la mente, y por ello es habitual que entre las fantasías de las mujeres aparezcan los encuentros sexuales con otras mujeres.
Sexo con un extraño o famoso
Un cantante, ese actor al que vemos en nuestra serie favorita, el presentador del concurso del momento… las personas famosas pueden atraernos, solemos idealizarlos y no es extraño imaginarnos teniendo encuentros sexuales con ellos.
Con los ojos vendados
Vendarnos los ojos y no saber qué nos va a hacer nuestra pareja o, incluso, desconocer si quién nos está practicando sexo es él, o ella, o una persona desconocida… nos pone a cien.
Ser una stripper
Convertirnos por un momento en una stripper, ya sea en casa o en cualquier otro lugar, es otra de las fantasías recurrentes entre las mujeres.
Sexo mientras hay invitados en casa
Imaginad que tenemos relaciones sexuales en la habitación, o en la cocina, mientras tenemos invitados en el salón… ¿Te lo imaginas?
Síndrome de Estocolmo
Quizás te sorprenda, pero tener relaciones sexuales con un posible secuestrador o con alguien que nos trata con agresividad es una fantasía sexual muy habitual.
Un affaire con el jardinero
Ese jardinero que pone a punto el jardín de tu comunidad, o el del parque del barrio, puede aparecer con frecuencia entre nuestras fantasías sexuales.
En el agua, ya sea en la ducha, en el mar, en una piscina...
No importa dónde pero si hay agua de por medio la fantasía sexual es recurrente y, por qué no decirlo, muy húmeda: en el mar, en la piscina, en un jacuzzi...
Rol profesor-alumno
También es común sentir deseos sexuales, en nuestras fantasías, por ese profesor que nos llama la atención, ya sea por su físico, por su inteligencia o, simplemente, por ese sentimiento de autoridad que nos aporta.
Sexo con alguien de la autoridad
¿Quién no ha imaginado que ese guarda de seguridad del aeropuerto nos cacheé de un modo distinto al habitual? ¿O que ese policía nos espose… a la cama? Tener sexo con la autoridad es una fantasía muy frecuente.
Y tú… ¿Cuántas de estas fantasías sexuales has tenido ya?
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