En BELOVER utilizamos cookies analíticas con tu consentimiento para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tu visita en este sitio web para medir las preferencias de nuestros visitantes. Para información adicional Pincha aquí.
El Kamasutra es un antiguo texto hinduista que trata sobre el comportamiento sexual humano. Una auténtica ‘enciclopedia del sexo’, con ideas para disfrutar más de las relaciones sexuales. Pero ¿sabías que existe el Kamasutra lésbico? Vamos a descubrirlo.
Es una adaptación del Kamasutra original que ha sido pensada únicamente para mujeres, o personas con vagina, que quieren tener relaciones íntimas entre ellas. Reúne un amplio abanico de consejos y posturas para mejorar la experiencia sexual y alcanzar el orgasmo femenino.
El sexo y el erotismo lésbico va mucho más allá del cunnilingus. El Kamasutra lésbico ofrece una infinidad de opciones para que las relaciones sexuales entre mujeres, o personas con vagina, sean placenteras y excitantes.
La clave está en dejarse llevar, no poner límites. ¿Te atreves? Ya sea por pura curiosidad o porque quieres iniciarte en el mundo de las relaciones lésbicas, aquí tienes algunas de las propuestas del kamasutra sólo para mujeres.
El sexo oral es, junto con la masturbación, una de las prácticas más extendidas en las relaciones sexuales lésbicas. Veamos algunas formas de hacerlo más interesante.
Empecemos por el clásico ‘69’ y ‘la mariposa’. En la primera, tumbadas de lado frente a frente; y en la segunda, una boca arriba con las piernas abiertas, y la otra se sitúa en medio para hacerle el cunnilingus.
En ‘el tren oral’ o ‘la silla de la reina’, una se tumba boca arriba y otra se sienta literalmente en su cara. La vulva queda al alcance de la boca para poder practicar sexo oral. La que está arriba puede incluso jugar con movimientos o ejerciendo presión para darle más intensidad al momento.
Reinventando una posición heterosexual, una se queda de pie con una pierna flexionada, mientras la otra se entrega al buen hacer oral. En esta postura llamada ‘cuclillas’ podemos practicar el juego de la dominación y la sumisión, marcando el ritmo sujetando la cabeza de su compañera, o simplemente dejándose hacer.
Una postura menos usada, pero igualmente placentera es ‘el túnel’. Una se pone a 4, mientras que la otra se coloca en el hueco boca arriba. Su boca debe estar a la altura de la vulva para poder estimularla con la lengua.
Mecano ya lo definió perfectamente en ‘Mujer contra mujer’. El tribadismo es la frotación de vulva contra vulva y clítoris contra clítoris.
La práctica más conocida es la famosa ‘tijera’, Se pone en práctica tumbadas cada una en el extremo contrario, con las piernas abiertas entrelazadas y unidas únicamente por los genitales, que entran en pleno contacto. En las ‘tijeras de terciopelo’, también llamada ‘cowgirl’, una de las mujeres se acuesta con una pierna flexionada, mientras que la otra chica se sienta sobre la pierna estirada de la que está debajo, de manera que sus genitales puedan rozarse.
Para practicar ‘el columpio’, una se pone boca arriba con las piernas recogidas, mientras la otra se sienta frente a ella y rodea las piernas de la que está tumbada hasta que logren rozar sus vulvas.
Y una postura de tribadismo muy alocada es ‘invertidas’. Una sentada y un poco reclinada en una silla con las piernas abiertas. La otra se coloca encima pero mirando hacia abajo, de forma que sus clítoris se tocan con el movimiento de sus pelvis.
La penetración no es exclusividad del pene. El kamasutra lésbico incluye posturas para poder incluir dildos con arnés en las relaciones sexuales lésbicas.
En la versión lésbica está ‘la misionera’. Una de las chicas se coloca abajo con las piernas abiertas, y la otra, con la ayuda de un arnés con dildo, se tumba sobre ella y comienza a realizar la penetración.
Otra adaptación es la postura de ‘la perrita’. Una se pone en 4 y la otra se coloca detrás para penetrarla con un arnés con dildo u otro juguete sexual. También puede servir para el sexo anal. Para una sensación de total dominación, átale las manos a la espalda.
En las relaciones lésbicas se pueden y se deben incorporar juguetes que satisfagan a las dos mujeres al mismo tiempo. Los dildos dobles sin arnés son la mejor opción.
Por ejemplo, en ‘la carretilla’ una debe tumbarse y rodear con las piernas a la otra, que está de rodillas. Con un dildo o vibrador doble, la que está incorporada puede penetrar a su compañera mientras que a la vez disfruta con el otro extremo del juguete dentro de su vagina. Si no sabes por cuál decantarte, te proponemos este vibrador doble de silicona.
Y en la clásica postura de ‘la tijera’ que hemos comentado anteriormente, tumbadas con sus vaginas enfrentadas, pueden usar un dildo doble para realizar una penetración simultánea con el movimiento de sus cuerpos.
Si prefieres no usar juguetes, utiliza los dedos. Son compatibles con casi la totalidad de las posturas sexuales y siempre son un plus.
La romántica posición que conocemos como ‘la cucharita’ puede convertirse en algo más salvaje. La de atrás estimula y acaricia los genitales de la que está delante e, incluso, puede estimular el ano con un buen lubricante.
En la postura de ‘la entrega’, o ‘mano mágica’ una se tumba boca arriba y se deja hacer. La otra estimula el clítoris y cuando está excitada comienza la penetración con los dedos.
En definitiva, que nos hayamos preguntado alguna vez cómo pueden tener sexo dos mujeres, tiene mucho que ver con el concepto falocentrista del sexo; no hay placer si no hay un pene. Error. Olvídate de los prejuicios y atrévete a descubrir el maravilloso mundo de las posturas lésbicas.