Cuando hablamos de squirt, nos referimos al momento en el que la uretra expulsa un líquido transparente e inoloro. Sí, ese chorro potente que has visto en algunas películas porno es precisamente eso. Pero tranquila, esa cantidad no es tan frecuente y desde luego no es sencillo de conseguir.
No todas las personas logran hacer squirt, de modo que no te frustres, pero en todo caso, te recomendamos leer este artículo dónde te explicamos más en detalle en qué consiste, no sin antes recordarte que el squirt no es lo mismo que la eyaculación femenina.
Hoy, nos centraremos en enseñarte a que consigas el squirt por ti misma sin ayuda de nadie. Un consejo previo: la realidad no siempre supera a la ficción. De hecho, a veces, ni se la puede comparar. De modo que tampoco dejes que te obsesionen esas películas que has visto, ni intentes conseguir esos “chorrazos”.
Pasos para provocarte el squirt
El aprendizaje del squirt tiene un protocolo, y estos son los pasos que debes seguir para conseguirlo.
Acomódate
No vas a conseguir el squirt si no te colocas en un sitio cómodo y de tu total confianza. Debes poder estar relajada y ser tú misma.
Cuando estés estimulando el punto Gbuscando el squirt seguramente sientas ganas de orinar, por lo que te aconsejamos que, antes de ponerte en faena, vayas al baño y vacíes por completo tu vejiga. De ese modo conseguirás estar relajada y segura de que no quieres orinar cuando pienses que sí.
No tenemos prisa, es nuestro momento y debemos estar relajadas. Si no lo consigues por ti misma, puedes ayudarte con alguna técnica como darte una ducha, poner música y velas…
Ya relajada, es el momento de comenzar a excitarse. Y para eso, no hay límites a la imaginación: sueña, imagina, fantasea con esa situación erótica que quieres vivir. Objetivo: excitarte lo máximo posible.
Focalízate en el punto G
Cuando la excitación alcance un grado óptimo, no debes dudar en subirla. Acaricia tu cuerpo, tus labios, tus senos… y comienza a rozar el clítoris. Sentirás que la temperatura de tu cuerpo, y la excitación, sigue subiendo.
Ten a mano un lubricante para introducir tus dedos en la vagina buscando el punto G (recuerda, lo encontrarás en la pared frontal de la vagina, a unos 3 centímetros de su entrada). Cuando lo tengas localizado, sigue tocándolo y presiónalo, cambiando el ritmo para jugar.
Estimula el punto G y el clítoris a la vez
Si el punto G es importante, el clítoris no lo es menos. Es cierto que algunas personas logran el squirt estimulando únicamente su clítoris, pero probablemente te será más fácil si lo estimulas junto al punto G.
De modo que hazlo, estimula tus dos zonas a la vez, cambiando la velocidad y dirección de los roces. Notarás que tu excitación acelera sin parar.
Puedes usar juguetes sexuales
Tranquila, no te agobies si con tus dedos no lo consigues. Por suerte, vivimos en un momento en el que existen multitud de juguetes sexuales que nos van a ayudar a darle a los genitales justo lo que necesitan.
Movimientos pélvicos y squirting: cómo hacerlo
La pelvis tiene su particular momento de protagonismo en el squirt. Tienes que moverla hacia adelante apretando las nalgas, para que el punto G sienta una mayor presión. Si además contraes los músculos, la excitación será mayor cuando muevas tu pelvis.
Vas por el buen camino… el orgasmo está cerca.
Déjate llevar
¿Todo va bien, no? Sientes un grado fantástico de excitación. Estás relajada, te has olvidado de la sensación de orinar y sólo te estás dejando llevar por el placer. Y eso es lo que queremos que sigas haciendo, dejarte llevar...
Sensación de orinar
Incidimos en este punto porque, a estas alturas, la sensación de que queremos orinar va a ir en aumento. Pero, recuerda: ya has ido antes al baño, tu vejiga está vacía… no es orina. Relájate y sigue disfrutando.
Haz squirting y mójalo todo
Si has hecho bien el squirt vas a mojarlo todo. Pero no importa.
Cuando notes que el orgasmo está llegando, saca tus dedos de la vagina y expulsa ese líquido que irás notando bajar. Repetimos, no es orina, es un líquido similar al agua que proviene de las glándulas de Skene.
Debes saber que tener un squirt no incrementa o altera el placer de los orgasmos. Sí, es una sensación diferente, pero no vas a notar un estallido de placer distinto a que si no tuvieras un squirt. En pocas palabras, el squirt es muy escénico, pero no mágico.
Beneficios del squirting
El squirting, es una experiencia que puede brindar una serie de beneficios tanto físicos como emocionales. Para muchas mujeres, experimentar el squirting puede ser liberador y empoderador, ya que les permite explorar y comprender mejor su propio cuerpo y sus capacidades sexuales. Además, esta experiencia puede intensificar el placer sexual y generar una sensación de satisfacción y plenitud.
Para aquellas personas interesadas en experimentar el squirting, los juguetes sexuales pueden ser de gran ayuda. En un sex shop, es posible encontrar una variedad de opciones, como vibradores vaginales y succionadores de clítoris, que están diseñados específicamente para estimular y aumentar las posibilidades de alcanzar el squirting. Estos juguetes pueden agregar variedad y emoción a la intimidad, permitiendo explorar diferentes sensaciones y descubrir nuevas formas de placer.
Ahora ya sabes la técnica para lograr el squirt, por lo que te animamos a intentarlo. Pero no te apures si no lo consigues a la primera o, simplemente, si no lo consigues. No todas las mujeres lo logran.
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