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Si estás leyendo esto es bien porque no sabes lo que es, o bien porque quieres conseguirlo. ¡Buenas noticias! Has llegado al lugar indicado.
Acompáñanos a descubrir el sorprendente mundo del Squirting. Te contamos qué es y cómo conseguirlo.
La traducción literal de squirt es “chorro” y en el ámbito sexual se usa para referirnos a la eyaculación femenina. Aunque más adelante veremos que realmente no es lo mismo.
El squirting es la expulsión de una cantidad variable de fluidos desde la uretra, no necesariamente de la mano del orgasmo. Probablemente, muchas mujeres y personas con vagina no lo hayan experimentado nunca, o al menos eso creen. Sin embargo, la mayoría son capaces de eyacular y no lo saben. Hasta hoy.
¡Atención! Os desvelamos cómo puedes conseguirlo. Porque sí, el squirting se puede entrenar.
Hay muchos factores a tener en cuenta. ¡Vamos, se tienen que alinear unos cuantos planetas!
Desde tener un nivel de excitación muy alto, pasando por emplear muchísimo lubricante, o hasta tener una pareja sexual que domine la técnica. Ya, ya…, lo sabemos.
¡Deja que fluya siguiendo estos pasos!
El camino directo hacia el squirt es la estimulación del punto G. Un inciso. El punto G se ubica en la parte superior de la pared frontal de la vagina, a unos 4 centímetros del orificio vaginal. De nada.
Con la excitación, el punto G se inflama y es mucho más sencillo encontrarlo. Introduce los dedos índice y corazón en la vagina con la palma de la mano mirando hacia arriba. También puedes utilizar un juguete sexual como un vibrador.
Cuando llegues a una zona más esponjosa del tejido vaginal, similar a una sensación de paladar, ¡ahí está el secreto del squirting! Recuerda que para lograr el squirt tienes que estar muy, muy excitada. Estimula también el clítoris, manualmente o con un succionador.
Si te atreves a estimular a la vez el punto G y el clítoris, te recomendamos un juguete como los vibradores conejito.
Y no te olvides de tus otras zonas erógenas, senos, pezones, cuello…, todo lo que más placer te proporcione te servirá de ayuda para eyacular.
Una vez localizado el punto G puedes empezar a estimularlo. Si no lo has hecho antes, puede que notes como una presión en la vejiga. Tranquila, continúa, vas en la dirección correcta.
Juega con tu punto G. Puedes masajearlo, presionarlo o variar los ritmos de la masturbación. Ejercita también el suelo pélvico, contrayendo y soltando los músculos, como cuando te aguantas la orina.
Cuando creas que vas a llegar al orgasmo, quita los dedos o el vibrador y empuja. Notarás como un flujo va humedeciendo tu vulva. ¡Se viene el squirt! Sigue empujando hasta que la eyaculación salga fuera de ti.
Si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena! Has logrado hacer un squirt.
Ya hablamos de las mejores posturas para practicar el sexo oral y hasta del kamasutra sólo para mujeres.
Veamos cuáles son las mejores posiciones para conseguir el squirting:
Si quieres provocar un squirt a tu pareja, lo primero que debes hacer es excitarla mucho. ¡Nadie dijo que fuera fácil! Estimulación, estimulación, estimulación. Preliminares, penetración y, por qué no, juegos de BDSM. No dudes en utilizar todos tus recursos.
Cuando notes que está en su punto más álgido, introduce tus dedos en la vagina y busca su punto G. Presiona la pared vaginal e inicia un movimiento circular hacia atrás como si estuvieras llamando a alguien. ¡Ven, ven!
Como en todo lo que concierne al sexo, la comunicación es fundamental. Aumenta el ritmo cuando te lo pida, hasta que casi llegue al orgasmo. Justo antes, retira los dedos de la vagina y podrás disfrutar del squirting en todo su esplendor.
Si lo conseguís, estamos seguros de que no será la última.
Hasta hace relativamente poco se pensaba que era orina lo que salía, pero ya podemos asegurar que no.
Te adelantamos ya que si todavía crees que la única eyaculación que existe es la masculina, es que estás un poco desactualizada.
La eyaculación femenina se presenta durante el orgasmo, y en algunos casos también antes del mismo. El fluido es lechoso, y sale de las glándulas de Skene. Se presenta como una secreción lenta, o puede salir con efecto aspersor suave según el tipo de estimulación. Se da con más facilidad que el squirting.
El ‘squirt’ es un fluido transparente que se da en un porcentaje menor de mujeres, pero teóricamente todas lo pueden producir con el estímulo adecuado. El ‘squirt’ no tiene ninguna relación con el orgasmo, y no produce un mayor placer en sí mismo. Este líquido sale de la uretra.
Nota. Las personas con vulva pueden llegar al orgasmo sin que haya eyaculación o ‘squirt’.
Lo principal es no frustrarse. Que tengas la capacidad de conseguirlo no significa que lo vayas a poder hacer. Y si no lo logras, tampoco pasa nada.
Al igual que con el orgasmo, no debes obsesionarte con el tema. Pensar demasiado en ello, sobre todo cuando lo estás intentando, hará que tu mente y tu cuerpo se bloqueen.
Con estas claves ya puedes, si quieres, incluir el squirting en tus prácticas eróticas para enriquecer tu vida sexual. Escucha a tu cuerpo y deja que él te guíe por el camino del placer.