¿Sabes qué es el petting o te suena a chino mandarín? Si te inclinas por lo segundo, te interesa leer este artículo.
El petting es una de las prácticas sexuales más extendidas entre los adolescentes, pero puede disfrutarse a cualquier edad. Se trata de descubrir el placer sexual sin necesidad de penetración, vaginal o anal. Más bien, a través de caricias y roces, que es lo que hacen aquellos que comienzan a descubrir su sexualidad pero aún no han dejado atrás la timidez o el recelo al sexo.
El término deriva del anglosajón ‘to pet’, que se refiere a las caricias. Su traducción al español quizás no es tan certera, pues se queda en el nimio ‘magreo’ o el hecho de enrollarse.
¿Qué es el petting?
Como decíamos, el petting supone llegar al placer sexual entre dos personas sin que haga falta que la experiencia termine en penetración u otra práctica erótica más intensa.
Es el arte de utilizar la maña, la imaginación, las ganas de hacer vibrar a la otra persona a través de caricias, roces, besos, mordiscos, etc, con o sin ropa. Se trata de usar el cuerpo del otro como lienzo, desplegando sensualidad.
Pero no se puede confundir con los preliminares, el petting podríamos decir que es más inocente, como un primer paso en el descubrimiento y desarrollo sexual. No se incluye penetración o sexo oral.
Beneficios del petting
¿Qué ventajas tiene practicar petting? Uno de los principales beneficios es el autoconocimiento que tienen los que lo practican de qué les gusta o qué quieren en sus relaciones.
Además, permite llegar al clímax sin necesidad de penetración, evitando embarazos no deseados o transmisión de determinadas ITS.
Sin duda, tocar sin ver explícitamente algunas partes del cuerpo de tu pareja, o a través de transparencias o desnudos a medias, puede provocar el descubrimiento de zonas erógenas que no conocías, y por supuesto, ayuda a encender el deseo sexual.
También nos ayudará a disfrutar del sexo cuando hay problemas que no permiten la penetración, como puedan ser la disfunción eréctil o el vaginismo.
Cómo se practica el petting
¿Cómo dar con la tecla? El petting es una práctica sexual basada en caricias íntimas que no implica la penetración ni un contacto más directo. Hay tantas posibilidades como la creatividad lo permita, puesto que la imaginación es un punto a favor de quien lo practica.
Las miradas sensuales, las caricias, el roce, los mordiscos, la masturbación, el jugueteo en sí; son algunas prácticas permitidas y recomendadas. Los límites los ponéis vosotros. Y, por supuesto, es importante dejar a un lado la vergüenza en los primeros asaltos, y no convertirlo en monotonía si hacéis del petting una práctica habitual en vuestra vida sexual.
Recordad que la norma más extendida es que el petting no conlleva penetración, puesto que se puede llegar al orgasmo y al placer sin necesidad de que exista.
Seguro que os vienen a la cabeza muchas imágenes de series como Física o Química o Élite, que os darán algunas claves de lo que es el petting y cómo se lleva a cabo.
Saber que no podéis llegar a la penetración, si os ceñís a las reglas no escritas del petting hará que lo deseéis aún más. Cuando nos prohíben algo más lo anhelamos, como dejar el chocolate cuando iniciamos la dieta. De ahí que sea vital que echéis a volar la imaginación y juguéis con vuestros cuerpos.
¿Cómo? Podéis insinuar, más que enseñar; podéis tocar en vez de penetrar; podéis lamer o morder ciertas zonas erógenas del cuerpo del otro.
Seguro que cuando tengáis el próximo encuentro sexual, tendréis más ganas de llegar a la penetración o al sexo oral.
Imaginación al poder
Advertencia: absténganse todos aquellos que no tengan pensado dejar volar la imaginación.
Desde incorporar juguetes eróticos, pasando por el ‘toqueteo’ a tope sin dejar un espacio sin descubrir y hasta hacer realidad alguna fantasía sexual, en el petting todo vale. Eso sí, siempre con consentimiento.
Os dejamos un breve resumen de las fantasías sexuales más comunes, como ver a vuestra pareja con un disfraz, hacer un trío o mantener relaciones en sitios públicos.
Es importante que antes de iniciar el petting os contéis qué os gustaría que os hicieran. Podéis incluso valorar lo que estás haciendo del 1 al 10 para marcar los tiempos y la intensidad.
Otra opción es jugar a parecer que sois dos desconocidos que os encontráis en la calle. Intentad ruborizaros con ciertos piropos subidos de tono, daros caña en un probador para hacer que el otro se humedezca de placer. Y, por qué no, si os atrevéis podéis simular algunas escenas de ‘Lucía y el sexo’ en la playa o vuestra peli favorita más hot.
Vuelta a los besos
El petting pone en valor los besos.
Cuando comenzamos una relación le damos gran importancia a los besos, pero según pasa el tiempo, vamos relegando los besos a un segundo plano en favor de otras prácticas.
Quizás la costumbre, la falta de tiempo o las prisas, nos hagan ir directos al grano, pero el petting nos permite disfrutar de una larga sesión de besos o encontrar lugares en los que dejar nuestra impronta con la boca y que habíamos olvidado.
En la práctica del petting hay distintos grados con los que vamos ascendiendo en intensidad con la intención de llegar más allá. Podemos distinguir tres niveles. ¡Vamos a descubrirlos!
Grado 1
¿Comenzamos? Se refiere a las prácticas más suaves. Caricias en las manos o en la piel que está al descubierto, por encima de la ropa, así como darse los primeros y más castos besos.
Grado 2
¿Continuamos? Es un estado en el que añadimos más caricias a las anteriores. Es ir un paso más allá y jugar a tocar por debajo de la ropa y de forma más intensa. Aquí los besos más atrevidos toman protagonismo.
Grado 3
¿Y ahora, qué? En este grado se incluye el piel con piel, el roce y las caricias en su punto álgido de intimidad. Se puede introducir un masaje, la masturbación o el frote de los genitales.
Ahora que ya sabes qué es el petting y cómo practicarlo, tú decides. El único requisito es que la imaginación vuele más allá de nuestros límites.
Y recuerda, toma siempre medidas de precaución para evitar infecciones de transmisión sexual y, por supuesto, el sexo siempre con consentimiento manifiesto.
Ideas para intensificar el placer en el petting
Existen numerosas ideas para intensificar el placer en el petting y llevarlo a un nivel más excitante y satisfactorio. Una opción es explorar el uso de productos y accesorios disponibles en un sex shop o en una tienda en línea especializada.
Por ejemplo, los lubricantes pueden mejorar la sensación y la comodidad durante el petting, mientras que los succionadores de clítoris pueden proporcionar una estimulación intensa y precisa, mientras que la lencería sensual puede ayudar a crear un ambiente erótico.
Además de los productos, también se pueden probar diferentes técnicas y movimientos para intensificar el placer en el petting. El uso de un vibrador para parejas o un masajeador de clítoris puede agregar una nueva dimensión de estimulación y llevar el placer al siguiente nivel.
Los arneses sexuales pueden permitir a las parejas explorar roles y fantasías específicas, aumentando la conexión y el disfrute mutuo.
En última instancia, la clave para intensificar el placer en el petting radica en la comunicación abierta y el consentimiento entre las parejas.
Explorar juntos las ideas como diferentes tipos de besos, posturas para disfrutar el sexo oral y fantasías tanto para hombres como para mujeres, probar nuevas técnicas y mantener una actitud de curiosidad y disposición a experimentar pueden llevar a un mayor disfrute y conexión íntima en el petting.
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