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Cuando dos personas comienzan una relación, sus encuentros sexuales suelen ser apasionados, fogosos y muy, muy placenteros. Sin embargo, puede llegar un momento en el que las relaciones sexuales caigan en una rutina de la que pocas parejas son ajenas, pero de la que se puede escapar.
¿Por ejemplo? Estableciendo juegos de role entre los miembros de la pareja.
Cuando hablamos de juegos de rol no nos referimos a que os pongáis a jugar a Dragones y Mazmorras, sino que asumáis el rol de otra persona que no sois, es decir, que interpretéis un papel con un objetivo claro: dejar volar nuestra imaginación para generar situaciones de lo más morbosas que den un punto nuevo a nuestras relaciones sexuales.
Probablemente, si estás pensando en empezar a practicar juegos de rol con tu pareja, te pueda dar cierta vergüenza incluso el hecho de plantearlo. Como te hemos dicho muchas veces, es básico que te olvides de pudores, vergüenzas, prejuicios… Piensa que se trata de tu pareja, con la que tienes confianza y a la que, antes de nada, vas a hablarle de esta idea que te corre por la cabeza. Cuéntale tus ideas, tus gustos, tus morbos o deseos…
Cuando los dos estéis de acuerdo en iniciar los juegos de rol, seguid hablando para contar cómo os gustaría que sea el momento y así se activen todos vuestros sentidos, imaginación y mente. Aunque siempre hay que dejar hueco al dejarse llevar y a la improvisación, en este caso, no está de más ir con algo “preparado” para que todo fluya mejor.
Hay multitud de posibles juegos que poner en práctica, de modo que no os pongáis nerviosos e ir poco a poco. Decidid cuál es el que más os apetece probar y comenzad con ese. Si no os ponéis de acuerdo, alguien debe ceder, con la promesa de que el siguiente sea el que su pareja ha elegido. Siempre y cuando, eso sí, a ambos os parezca un juego asumible.
Por si la imaginación os falla… aquí van algunos de los juegos de rol en el sexo más populares para poner en práctica:
El mítico juego de policía y ladrón, o policía y detenido… Aquí pueden entrar en acción muchos elementos eróticos como las esposas, los azotes… Uno de vosotros será el policía y el otro el ladrón detenido.
Si sois atrevidos, podéis ponerla en práctica incluso en exteriores, en vuestro coche, como si uno de vosotros os hubierais pasado el límite de velocidad y el policía os parase para pedir la documentación. ¿Imaginas el erotismo de un cacheo en condiciones? ¿O que el policía os acaricie con su porra?
Uno de los más originales y menos explorados: asumir el rol de cavernícolas que comienzan a descubrir el cuerpo humano a través de todos los sentidos. El tacto y el gusto, claro, serán los que más vais a usar. Y, como cavernícolas que sois, estaréis ligeros de ropa o con un simple taparrabos…
¿Alguna vez has tenido alguna visita al hospital y, dentro del mal trago que suele ser ir al hospital, has tenido la fortuna de que alguien del personal sanitario eran tremendamente sexys? Pues es el momento de hacer realidad esa fantasía con tu pareja. Uno de los miembros será el sexy sanitario, y el otro el enfermo o paciente al que el doctor deberá auscultar y analizar cada centímetro de su cuerpo para ver de dónde viene su dolencia...
Ese momento en el que estás en la peluquería. Te lavan la cabeza, te la masajean… el masaje baja al cuello, los hombros… ¡Y más! Es tu momento de erotismo con tu pareja por lo que, el que coja el rol de peluquero o peluquera debe seguir con el masaje hasta los senos y cualquier zona erógena del cuerpo. Y ya no podréis parar...
Todos tenemos momentos en los que, aunque estemos en el trabajo, sufrimos una excitación brutal por cualquier motivo. Estamos en nuestro puesto de trabajo muy, muy calientes… pero no podemos hacer más porque estamos trabajando y rodeados, únicamente, de compañeros de trabajo que no son nuestra pareja. Pues se acabó lo de quedarnos con las ganas. Poneos la ropa de trabajo, fingir una situación laboral… y dar rienda suelta a la pasión.
¡Vaya faena! Se te ha roto la lavadora… sale agua por el enganche y no sabes cómo lograr parar ese chorro… No queda más remedio que llamar al fontanero a que nos arregle la avería.
Y mira, has tenido suerte, porque ha llegado uno bien sexy, con su mono de trabajo, su camiseta de tirantes por las que asoma el sudor que baja por su pecho… El morbo es imparable… ¡Vas a tener que desnudarle y secarle el sudor! Y claro, una cosa va a llevar a la otra…
La mala suerte ha querido que la avería sea más grave de lo que pensabas y el fontanero va a tener que quedarse un ratito más...
El saber no ocupa lugar, y siempre es un buen momento para seguir aprendiendo, especialmente de la mano de tu sexy profe. ¿Tal vez hoy toca una sesión de anatomía? Vamos a descubrir los músculos, los genitales, el punto G… ¡Si eres el alumno vas a tener que esforzarte para conseguir matrícula de honor!
Si jugáis a que estáis en una entrevista de trabajo, podréis conectar mucho y, además, aprender el uno del otro si aún hay cosas que no sabéis.
Ya que te hemos dado algunas ideas de juegos, debes saber que antes de dar vida al “teatrillo” que vais a montar, es importante que tengáis claro cuál es el rol de cada uno. Aunque siempre hay espacio para la improvisación, lo mínimo es que sepáis quién es quién, el protagonismo que tendrá como hilo conductor de la historia, y su grado de implicación. Igualmente, debéis definir bien la situación que vais a representar. Por ejemplo, si elegís el juego del fontanero, pensad antes dónde ha ocurrido la avería y cómo la vais a “solucionar”.
Pensad muy bien qué necesita la escena que queréis representar, y aseguraros que lo tenéis todo: la lavadora, una silla, una mesa, las esposas… Y despejar el espacio lo máximo posible para que no haya obstáculos o distractores.
Podéis ayudaros de disfraces, de una adecuada y tematizada banda sonora y, por supuesto… ¡Dejad el móvil en silencio y lejos de la escena! Nadie quiere que una llamada rompa el clímax.
Ahora ya, sí que sí, lo tienes todo para asumir el rol que te ha tocado, o has elegido, meterte en el papel y comenzar una nueva etapa en vuestra relación en la que vais a disfrutar muchísimo.