Por dónde empezar para probar cosas nuevas en el sexo
El sexo es un mundo muy amplio, y las preferencias sexuales de cada uno, otro. Mientras que hay gente muy tradicional que le gusta ir a lo seguro, a eso que saben que les gusta y que funciona… hay otras personas que prefieren probar cosas nuevas y dar a las relaciones sexuales un toque diferente.
Cómo comenzar en prácticas sexuales supuestamente menos frecuentes
Si eres de los segundos, quizás te encuentres en una situación en la que sí, quieres probar cosas nuevas, pero no sabes bien por dónde empezar. Porque seguramente has leído mucho sobre bondage, fetichismo, dominación… Incluso seguro que has leído libros o visto esas películas que tan de moda se han puesto. Pero tienes tantas cosas en la cabeza que no estás seguro de qué práctica sexual puede ser buena para que comiences a probar cosas nuevas.
Vamos a ver si logramos ayudarte a tenerlo más claro.
Piensa qué te gusta
En el fondo, y en la forma, eres quien mejor te conoce. Sabes perfectamente qué cosas te gustan, cuáles te apetecen, qué otras no harías nunca… ¿Eres más de dominar o de dejar que te dominen? Son cosas que seguramente sabes de ti misma y que te van a ayudar a ir configurando el camino.
Habla sobre esos gustos con tu pareja
Aunque se pueden probar cosas nuevas en solitario, lo ideal es que puedas hacerlo con tu pareja o con tu compañero de juegos sexuales (no tiene por qué ser una pareja fija…). Y en estos casos, en los que el juego es cosas de dos, debes hablar mucho con tu pareja, compartir deseos, ideas, fantasías… y asegurarte que también quiere cumplirlas. Si no es así, y tu pareja no está por la labor de experimentar cosas nuevas, no te rindas, puedes ir introduciendo poco a poco novedades en tus actos sexuales que no sean muy bruscos, pero que ayuden a que se vaya relajando ante lo nuevo.
Infórmate y prueba
Por suerte, vivimos en un momento en el que hay multitud de información sobre las más diversas prácticas sexuales: blogs, libros, foros, tutoriales, vídeos… busca información sobre esas prácticas que te llaman la atención. Seguro que a medida que sepas más sobre ellas, descubrirás si son para ti.
Y, por supuesto, prueba lo que estás leyendo. Pon en práctica eso que te estás imaginando...
Lo repites... ¿por qué no?
Si una vez que pruebes algo nuevo en tus relaciones sexuales, decides que quieres repetir… ¡Es que vas por buen camino! Significará no sólo que has pasado la prueba sino, también, que estás preparada para seguir experimentado e ir probando más y más cosas nuevas. Eso sí, date tiempo, las prisas y las ansias no son buenas.
Experiencias sexuales que deberías probar antes de morir
Veamos el siguiente paso a la hora de probar cosas nuevas en el sexo. ¿Qué práctica vamos a experimentar? Aquí tienes una lista para que decidas.
“Dogging”, o el arte de hacerlo en público
Quítate la vergüenza y saca tu lado más exhibicionista, porque el dogging consiste en tener relaciones sexuales en lugares públicos. Todo, claro, con respeto, sentido común... para que nadie nos vea…
“Bondage”, de las experiencias sexuales más buscadas
Puesto de moda gracias a la literatura erótica, el bondage consiste en inmovilizar a tu pareja con cualquier elemento del estilo de cuerdas, esposas, vendas, antifaces…
‘King out’: sólo besos y caricias
Vamos a alargar lo máximo posible los juegos previos a la relación sexual. Y la regla es una: sólo vale usar besos y caricias.
‘Sexting’: letras apasionadas
La práctica sexual número uno entre los que tienen una relación a distancia o los que se conocen y charlan por aplicaciones de encuentros. El sexting consiste en el envío de mensajes eróticos que contienen, por lo general, fotos y/o vídeos sexuales.
‘Splosh’: cuerpos para degustar
El splosh consiste en llenar el cuerpo de sustancias comestibles o líquidos durante las relaciones sexuales. Y jugar con ellas, claro…
Tantra
El tantra es una técnica oriental que logra aumentar el clímax de las relaciones sexuales gracias a lograr que la conexión espiritual de la pareja sea mayor.
Tickling
¿Tienes cosquillas? Porque el tickling se basa precisamente en eso, en hacer cosquillas a tu pareja. Eso sí, se hacen de forma erótica y pueden hacerte llegar al orgasmo. ¿Quién te iba a decir que las cosquillas pueden llegar a ser tan sexuales?
Humming
Con el nombre de humming se conoce a la práctica sexual que consiste en dar vibraciones con la boca sobre los genitales. Esto vale para ambos sexos. La vulva o el pene, según corresponda, recibirán vibraciones de la boca de su pareja mientras se les practica el sexo oral.
Squirt
¿Eres de las mujeres que eyacula con gran cantidad de líquido? Entonces debes familiarizarte con el término squirt porque hace referencia a eso. Para conseguirlo, se debe estimular el clítoris de forma intensa, y combinarlo con movimientos pélvicos, relajación y erotismo.
Carezza
La Carezza busca alargar el orgasmo, y lo consigue penetrando más intensamente cuando la excitación es menor, y frenar cuando la excitación suba hasta el punto de que el orgamos esté cerca. De este modo, paralizamos momentáneamente el mismo, y alargamos la relación sexual.
Footjob
Los pies es uno de los elementos más fetichistas que hay. También hay gente que no soporta que se los toquen… ni tocarlos. Pero en esta práctica sexual disfrutarán aquellos que no les importe masajear zonas erógenas con los pies.
Sexo ‘quickie’
Si traducimos “quickie” del inglés, veremos que significa rapidito. Y así es esta práctica sexual que te recomendamos: rápida, improvisada, sin preparativos… Las parejas más clásicas lo suelen poner en práctica en las estancias de la casa o en su coche, mientras que las más atrevidas se atreven en zonas comunes de los edificios como ascensores, escaleras, sótanos…
Matutolagnia
Uno de los términos más desconocidos, matulolagnia, esconde una práctica sexual que, en realidad, no es extraña: tener ganas de sexo por las mañanas. Si es tu caso, intenta despertar a tu pareja con suaves caricias genitales.
Ahora ya tienes un poco más fácil comenzar a probar cosas nuevas. ¿Cuál vas a experimentar en primer lugar?
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