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Pues sí queridos belovers, en nuestro cuerpo tenemos algo corriendo que hace que el amor se despierte. Se trata de la hormona del amor.
Analicemos un poco más en qué consiste la hormona del amor.
La hormona del amor, también llamada oxitocina, es un neurotransmisor que se produce en el cerebro y es liberado por la glándula pituitaria. Esta hormona “recorre” nuestro cuerpo, jugando un papel fundamental en los comportamientos sociales que tienen que ver con el amor, el apego emocional y los vínculos afectivos, tanto a tu pareja, como hacia amigos o familiares.
Como te explicamos en la introducción, la oxitocina es generada en el cerebro, siendo liberada por la glándula pituitaria. En concreto, se produce en el núcleo supraóptico y el núcleo paraventricular del hipotálamo. Ese es su lugar de salida hacia otras partes del cuerpo, a las que llega a través del sistema nervioso y la sangre.
Esta liberación de oxitocina produce estímulos sociales y emocionales. Y hablamos de estímulos emocionales que afectan tanto a la pareja, a la familia, a la amistad… e incluso hacia la conexión de una madre con su bebé durante la lactancia.
La producción de oxitocina no es idéntica en las distintas personas, ni lo es en una misma persona a lo largo de su vida, ya que depende de factores físicos, psicológicos o incluso sociales.
El contacto físico es el principal liberador natural de la oxitocina. Besos, abrazos, caricias… y en definitiva cualquier muestra de afecto entre personas aumentará los niveles de esta hormona que tan amorosos nos vuelve. Y evidentemente, una de las muestras de afecto más grandes que hay es el sexo, por lo que durante el acto sexual y el orgasmo, la liberación de oxitocina es brutal, fortaleciendo además el vínculo emocional y conexión con tu pareja.
Las vista, el olfato, el tacto… también pueden ayudar a liberar la oxitocina, así como participar en actividades y encuentros sociales agradables y positivas. ¡Fuera dramas y malos rollos!
El deporte, meditar, la vida sana y hasta llorar, nos ayudará a producir esta deseada hormona del amor.
Aunque la hormona del amor se produce de forma natural en el organismo, podemos ayudar a esta producción si llevamos una dieta equilibrada rica en frutas y verduras (por su poder antioxidante), legumbres y frutos secos (por su magnesio), pescados grasos (por su omega-3) e incluso chocolate negro, que nos ayudará a crear serotonina y mejorar el estado de ánimo.
Además de los recursos naturales y la alimentación, también podemos ayudarnos de fármacos para mejorar la producción de oxitocina en nuestro organismo. Eso sí, son fármacos que deben ser usados con control médico, puesto que pueden tener efectos secundarios no deseados.
Cualquier fármaco o producto de herbolario rico en magnesio, omega-3 o antioxidante, nos servirán para dar un plus a esta producción. También el romero, perejil o la hierbabuena son beneficiosos para este fin.
Hay situaciones médicas como el parto, el posparto o una depresión severa en las que tu médico te recetará medicamentos que servirán, precisamente, para subir la oxitocina.
Dado que la oxitocina se genera en situaciones positivas y de contacto físico, si logras crear un ambiente proclive a esa positividad y sensualidad, facilitarás la producción de la hormona del amor.
Por ello, no dudes en usar aceites esenciales y aromaterapia para lograr un espacio idílico u supersensual.
Ya te hemos comentado que el contacto físico dispara la producción de oxitocina. ¿Por qué no incentivar ese contacto físico con juguetes sexuales que facilitan el vínculo sexual entre personas? ¡Juega y experimenta!
Amor, amistad, relaciones sociales y familiares… todas están influenciadas por la oxitocina, por lo que esta hormona del amor juega un papel fundamental en nuestro día a día.
Cuando estamos en una relación de pareja y llegamos a situaciones de afecto y de intimidad sentimental y sexual, la oxitocina es liberada, algo que fomenta aún más el apego con tu pareja. Por ello, la hormona del amor ayuda a fortalecer la conexión emocional entre los miembros de una pareja y, a su vez, la comunicación.
La oxitocina estimula sentimientos como cercanía, afecto, confianza… por lo que todo tipo de relaciones sociales y familiares se verán reforzadas si tienes un correcto nivel de esta hormona.
Además, se considera que la oxitocina juega un papel importante también en el modo en el que nos comunicamos y mostramos empatía.
Ya ves que la oxitocina, u hormona del amor, es importantísima en nuestras relaciones, no sólo sentimentales, sino también sociales, amistosas… Cuidar de tener unos valores de esta hormona correctos en nuestro organismo debe ser una de tus prioridades. Pon en marcha los consejos que te hemos dado y, si lo necesitas, no dudes en acudir a un médico.