Entradas recientes
- Gatillazo, ¿cuáles son sus causas?
- Shibari bondage: el arte de atar japonés
- Teabagging: descubre esta práctica sexual
- Wax Play: Juegos con cera de velas
- Condón femenino. Todo lo que debes saber
Prácticas eróticas
29/04/2022
El sexo oral es una práctica muy estimulante para ambos si se hace con libertad y ganas de pasarlo bien. Sin embargo, sigue siendo ésa asignatura pendiente que muchos tienen, bien por ciertos convencionalismos sociales y culturales, o bien por miedo a no dejar a la pareja satisfecha.
Jugar en la cama antes de la felación
En todos los casos, cuando iniciamos la relación sexual, es necesario poner algo de emoción, mantener el interés y la incógnita de cuál será el siguiente paso, y para eso es muy importante el juego preliminar.
No tengas prisa
Las cosas bien hechas, con tiempo, calentando el ambiente hasta llegar al punto de ebullición. Dedicar unos minutos al juego, a los besos, las caricias y lametones es de vital importancia para generar la excitación de la incertidumbre.
Puedes comenzar desnudando a tu chico (deprisa o despacio, el ritmo depende de vosotros), y luego dedica un tiempo a mordisquear su espalda, sus hombros, su cuello, a lamer sus labios haciendo que desee comerte, todo antes de lanzarte al ataque.
Cada hombre es diferente
En cuestión de sexo, como en la vida, cada persona es un mundo, y como siempre decimos, la comunicación sexual, verbal o no, es esencial. También lo es la desinhibición y las ganas de divertirse.
Con actitud adecuada, y de forma receptiva, es fácil conocer sobre la marcha qué cosas gustan más que otras, o cuales son realmente excitantes para tu pareja. Presta atención a lo que es importante e irás conociendo a la perfección cómo reacciona tu chico a cada estímulo.
En cualquier caso, vamos a darte algunas pinceladas sobre técnicas que puedes emplear para utilizar con libertad, siempre bajo la premisa de que no pasa nada si la estrategia es de ensayo y error, siempre con cuidado de no dañar, ya que probablemente ni tu chico sabrá si algo le gusta o no, si no te decides a probarlo.
Comienza lamiendo desde los testículos, deteniéndote en perineo un momento, y luego acariciando con la lengua alrededor del prepucio. A continuación puedes comenzar a succionar, parándote de vez en cuando y regresando a las caricias con la lengua.
Mientras realizas el sexo oral las manos no deben estar quietas: puedes usar una de ellas para estimularle con caricias, en el pecho, o metiendo tus dedos en su boca, y la otra es importante para sujetar la base del pene mientras continúas con la boca.
Aprovecha el impacto erótico que produce el cambio de temperatura en una zona tan sensible, y mientras succionas presionando con la lengua sobre el glande, detente a mojar tus labios con un hielo antes de volver sobre el pene. El cambio en la temperatura corporal es enormemente excitante.
Puedes comenzar acariciándole con la lengua alrededor del glande, bésalo, introdúcelo en tu boca levemente para luego sacarlo, y puedes sorprenderle con algún beso o caricia con la lengua en la base de los testículos.
Controla los ritmos mientras observas sus reacciones a cada uno de sus movimientos, dejando siempre cierto espacio para la improvisación, pero insistiendo en lo que más os excita y aparta lo que no provoca la reacción esperada.
Inicia esta técnica envolviendo el pene con una de tus manos, y al llevar tu mano hacia arriba chupa la punta del pene, pero si bajas tu mano deja que se deslice fuera de tu boca una y otra vez.
Dedícale tiempo al frenillo, agitando la lengua como si fuera una mariposa sobre él obteniendo así la estimulación específica de esta zona. Puedes masajear la zona con uno de tus dedos, siempre que lo hagas muy lubricada.
Esta técnica requiere de cierta práctica: se trata de acostarte sobre la cama con tu cabeza apoyada en el borde, y cuando abras la boca, él irá introduciendo poco a poco su pene en ella, para penetrar en más profundidad.
Aquí lo determinante es introducir los testículos en la boca mientras realizas movimientos arriba y abajo. Si realizas pequeñas succiones que sea con especial cuidado, ya que es una zona muy sensible.
Incluir juguetes sexuales en la práctica del sexo oral puede ser muy emocionante, especialmente si añades un anillo para el pene o un estimulador anal, (esto es mejor hablarlo antes). Más comedido es el uso de lubricantes comestibles, especialmente los de frío/calor.
Como hemos dicho, es muy excitante disfrutar de lo inesperado, por lo que introducir cambios de ritmo, de presión y de velocidad, así como parar de pronto, para continuar algo más tarde, le volverá loco de deseo.
Tú decides cómo y cuándo acaba. Así le añades excitación y erotismo al acto, puedes terminar como más te apetezca, cabalgando sobre él, con su pene dentro de tu boca en la eyaculación, o incluso mediante sexo anal. Tú mandas.
Los únicos límites los ponéis vosotros. Partiendo de esa premisa, es importante tener cuidado de no hacerle daño, puesto que tratamos zonas muy delicadas. Por eso presta atención especial a los dientes, para evitar morderle o arañarle con ellos sin querer.
También es importante no presionar demasiado el glande ni apretar demasiado con la mano la base del pene, o bien succionar o apretar demasiado los testículos; es decir, evitemos dañarle por exceso de pasión.