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¡Ay qué ver lo que nos gusta besar! En todas sus formas y posturas. Y el beso francés es uno de esos besos que nos pirra. ¿Qué qué es? Sencillo: ¡El beso con lengua! ¿Existe algo más sensual y pasional?
Seguro que todos los que nos leéis habéis practicado un beso francés, aunque quizás no todos conocíais su nombre. Y mucho menos, su origen. Vayamos a investigarlo.
Ahondar en la historia del beso francés no es labor fácil, entre otras cosas porque algo tan maravilloso como el beso con lengua ha existido siempre. Las muestras de amor se han detectado a lo largo de la historia en diversas culturas, por lo que encontrar su origen claro no es tan sencillo.
En todo caso, parece que hay unanimidad en los historiadores al creer que el beso francés surgió en el siglo XIX y lo hizo, precisamente, en Francia. Y es que de siempre se ha asociado la pasión y el romanticismo a los franceses. ¿Quiénes si no podían haber ideado esta evolución del beso?
Si pensamos en su significado, claramente es una forma de demostrar la atracción que nos produce nuestra pareja. Una atracción que se transforma en pasión y deseo, expresada a través de la boda, los labios y la lengua.
El grado de intimidad que se produce cuando nos damos un beso francés hace que sea sumamente importante en las relaciones íntimas, ya que suponen un paso más en la conexión que sentimos con nuestra pareja.
Con lo dicho hasta ahora, ya imaginarás que el elemento clave para el beso francés es la lengua. Pero no solo ella, porque debemos saber cómo “usarla” para sacar el máximo partido a esta técnica tan erótica y sensual.
De modo que relajaos e intentad poner en práctica estos consejos.
Debes acercarte a tu pareja de forma suave y juntar los labios sobre los suyos. Olvídate de tensiones, tus labios deben estar relajados para que todo salga bien y el placer fluya.
Cuando los labios estén ya en contacto, poco a poco, deberéis ir abriendo la boca, dejando que vuestras lenguas entren en contacto y podáis exploraros las bocas. No hace falta que abráis la boca como si fuerais un buzón… con que entren las lenguas, es suficiente.
No seáis estrellitas de mar, inertes y solo moviendo la lengua… no dudéis en usar vuestras manos, tocando a vuestra pareja.
Una vez que ya conoces los movimientos y elementos básicos del beso francés, te dejamos un par de consejos para que lo domines.
Claro, estamos hablando de besos, de que nuestras bocas y lenguas estén en contacto. Y pocas cosas más desagradables que besar una boca sucia y maloliente. Cuidar tu higiene bucal debe ser un constante en tu vida pero, al menos, ponle especial atención antes de practicar un beso francés. Cepilla los dientes, enjuaga tu boca… busca tener un buen aliento.
Al igual que te comentamos que debes comenzar el beso suavemente, lo mismo aplica para acabarlo. No lo termines de golpe, sacando tu lengua y separando tus labios de los de tu pareja. Hazlo poco a poco, reduciendo paulatinamente la intensidad de los movimientos hasta que, lentamente, se llegue a una parada total.
Puedes jugar con los movimientos de la lengua, así como con la intensidad con la que presiones la de tu pareja, e intentad que ambas lenguas estén sincronizadas.
Ya te hemos dicho que el beso francés es uno de los momentos sexuales más eróticos y excitantes. La sensualidad juega un papel fundamental.
Prepara el ambiente para lograr un espacio íntimo, relajado y sensual. En el beso francés se produce un momento muy chulo, algo así como un preludio, que es ese instante en el que ya estáis cerca, mirándoos… y vuestros labios se acercan. La tensión sexual crece de forma increíble.
Ya sabes que puedes, y debes, poner en juego también tus manos. Mientras beses a tu pareja, no dudes en estimular sus diferentes zonas erógenas con tus extremidades libres. ¡Para algo están ahí!
Y por si todo lo dicho antes no es suficiente, por supuesto, como en cualquier práctica sexual, vas a poder introducir juguetes sexuales para que la situación sea aún más excitante.
Podéis usar lubricantes con sabores para que el beso francés sea aún más delicioso.
Y además de deliciosos… ¡Hay bálsamos labiales con efectos estimulantes! Hay efectos frío, calor, cosquilleos que harán que vuestro beso vaya a una nueva dimensión.
Y como no, cualquier accesorio que os permita explorar al máximo vuestras fantasías sexuales es ideal para explorar mientras hacéis el beso negro. Podéis probar los juegos de roles, jugar con vendas, disfraces, plumas…
Como siempre te decimos en Belover.es, la mejor conclusión que podemos decirte es que disfrutes y te dejes llevar por tus deseos, eso hará que la experiencia con tu pareja sea mucho más satisfactoria y placentera!