¿Qué sería de nosotros sin el poder de fantasear? Las fantasías son ideas o imaginaciones que ponen en juego nuestra creatividad.
La fantasía sexual es una representación mental que evoca algo vivido o que creamos en nuestra mente y que nos provoca excitación. Pueden hacerse realidad o no.
¿Cuáles son las fantasías sexuales más frecuentes? Vamos a descubrirlo.
¿Qué diferencias hay entre fantasías masculinas y femeninas?
Fantaseamos para mejorar nuestro placer y la respuesta sexual. Y al tratarse de un modo de excitación privada, podemos decir que hay tantas fantasías diferentes como personas que se las imaginan.
El proceso es para todos por igual, otro tema son las prioridades y la forma de ordenar esas fantasías en nuestra mente.
Por regla general, las fantasías masculinas tienen un enfoque de dominación, recreando cualquier experiencia que les coloque en una posición de poder. Sin embargo, las femeninas suelen tener un imaginario mucho más amplio que tiene lugar en situaciones cotidianas y una mayor implicación emocional.
En este artículo nos centraremos en las fantasías masculinas. ¡Allá vamos!
Sí, los hombres piensan el doble de veces en sexo que las mujeres
¿Confirmamos? Confirmamos. Los hombres piensan el doble de veces en sexo que las mujeres.
Un estudio publicado en The Journal of Sex Research concluyó que los hombres piensan una media de 19 veces al día en sexo y las mujeres tan solo 10.
Ayudan a mejorar la vida sexual
Las fantasías sexuales deben considerarse un estímulo natural que puede llegar a hacer mucho más placentero el sexo ya sea cumpliéndolas o dejándolas en el pensamiento.
También, las fantasías nos ayudan a liberarnos de los prejuicios sobre nuestros propios deseos y, por un breve pero intenso momento, dejamos de reprimir lo que de verdad nos excita.
Las fantasías son beneficiosas para la salud sexual porque activan los receptores del placer del cerebro y estimulan el deseo. Nuestra mente reacciona de la misma forma tanto cuando se hace algo como si nos imaginamos haciéndolo.
Fantasías masculinas más comunes
Ya lo decía Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, las fantasías son “representaciones no destinadas a ejecutarse“. Aunque a veces los sueños se cumplen, o eso dicen.
Veamos cuáles son las fantasías eróticas más comunes para ellos y así poder comprobar si es posible hacerlas realidad.
El trío
Un clásico de la mente masculina. Él se imagina como protagonista de una relación sexual en la que participan otras dos personas (por lo general dos mujeres desde un punto de vista cis hetero, claro está).
¿Por qué es tan recurrente esta fantasía? Muy sencillo, se dan dos factores que juntos multiplican el placer: la posibilidad de cambiar de pareja a la vez que estamos con una persona desconocida.
La ventaja de cumplirla estando en pareja es que os ayudará a reforzar la confianza mutua. Pero como en las fantasías no hay discusiones posteriores, lo mejor es que lo habléis bien y acordéis todas y cada unas de las reglas del juego.
Os dejamos aquí nuestra guía para hacer un trío con éxito.
Ver a tu pareja tener sexo con otra persona
Simplificándolo sería algo así como una “infidelidad consentida” y tiene un nombre. El ‘cuckolding’ es una fenómeno cada vez más extendido, y consiste en presenciar cómo tu pareja tiene sexo con otra persona.
Esta práctica está a mitad de camino entre el trío y el voyeurismo. Puede confundirse porque hay tres personas, pero uno sólo observa. Pero tampoco es vouyer porque no está mirando a desconocidos teniendo relaciones sexuales, uno es su pareja.
Igual que en el ménage à trois, si os animáis con el ‘cuckolding’, por favor, no os dejéis nada por comentar y delimitar vuestra zona de confort. No queremos que después de eso vuestra relación no vuelva a ser la misma, para mal.
Sexo fuera de la cama
Hay vida más allá de la habitación y la cama. Hacerlo en la cocina, el baño, la terraza o sobre la lavadora es una de las fantasías más recurrentes, y tener sexo en otras estancias de la casa os ayudará a salir de la monotonía.
También podéis reservar una habitación de hotel, aunque sea en la misma ciudad, para variar.
Sexo en lugares públicos
El morbo de lo prohibido y la posibilidad de ser descubiertos es lo que nos lleva a querer tener relaciones en sitios públicos. Por eso es una de las fantasías sexuales más recurrentes.
Hacerla realidad es bastante sencillo si no sois muy pudorosos. En la playa, un parque o en un probador son algunas ideas que os dejamos “sobre la mesa”.
Fantasía con juegos de dominación
Ejercer de amo con un rol dominante es otra de las fantasías más recurrentes en el imaginario erótico masculino. Para poder llevarlo a cabo se necesita que la otra persona sea sumisa.
El dominante ordena y hace cumplir sus deseos, siempre con previo consentimiento de la pareja sumisa. Si no hay consentimiento, no hay juego.
Podéis incluir accesorios como esposas, vendas, máscaras, cuerdas, arneses o fustas para hacerlo más real e intenso.
Esta idea, más propia del público amante del BDSM, tiene su mayor éxito a raíz de la proliferación de libros y películas como ‘Cincuenta Sombras de Grey’.
Os dejamos aquí nuestro artículo sobre qué es el BDSM y cómo practicarlo por si os pica la curiosidad.
Sexo con una personas desconocida
A veces nuestras fantasías van más allá y nos imaginamos con algún actor/actriz o cantante al que admiramos. En el 99,9% de las ocasiones se queda en eso, un amor platónico.
Otra versión más mundana de esta fantasía es tener sexo con una persona desconocida. Alguien con quien nos cruzamos por la calle, en el transporte público, o una vecina. Es imprescindible que no conozcas de nada a esa persona ni hayáis tenido contacto antes.
Una práctica muy extendida entre el público gay es el ‘cruising’, que consiste en tener actividad sexual con desconocidos en lugares públicos, como baños públicos, parques, playas o descampados.
Experiencias sexuales relacionadas con aficiones o hobbies
El objetivo de esta fantasía es mezclar dos pasiones: el sexo y cualquiera de tus aficiones.
Fantasear con tener sexo mientras disfrutamos de uno de nuestros hobbies puede resultar muy divertido. Imagínate recibiendo una felación mientras juegas a tu videojuego favorito, o interrumpir una ruta de senderismo para tener sexo en el bosque.
Os dará un punto extra a vuestras relaciones sexuales, además de compartir hobbies.
Observar sin participar
El ser humano es curioso por naturaleza y de ahí nace esta fantasía. Consiste en observar a otros sin que nosotros participemos ni tampoco seamos vistos. Voyeurismo en estado puro. Conducta o comportamiento sexual que consiste en buscar placer sexual en la observación de otras personas en situaciones eróticas.
Del otro lado, está la versión en la que nos gusta que nos miren.
Ambas modalidades de esta fantasía tienen mucho que ver con tener relaciones sexuales en lugares públicos. Podemos mirar, pueden vernos y pueden pillarnos con las manos en la masa.
¡Cuidado, que la curiosidad mató al gato!
Pareja disfrazada
Si no queréis introducir a nadie en la relación de pareja, tenemos la solución. Un buen disfraz siempre ayuda a parecer otra persona, o a tener otra profesión, por ejemplo.
¿Policía, doctora, bombero, animadora...? Dejad volar vuestra imaginación. Aquí os dejamos algunas ideas de disfraces para poner en marcha esta fantasía.
Pareja con diferencia de edad
A veces buscamos experiencia, otras juventud; vaya por delante siempre la mayoría de edad. En ocasiones podemos fantasear con personas mucho mayores o menores que nosotros en función de lo que busquemos en ese momento. Experiencia o algo más espontáneo, quizás.
Hay tantas fantasías como personas, por lo que no hay unas mejores que otras. Pertenecen a nuestra intimidad, y podemos compartirlas o no.
Y, muy importante a la hora de llevarlas a cabo en pareja, asegúrate de que ese sueño erótico no molesta o daña a la otra persona.
La importancia de la comunicación en las fantasías sexuales de pareja
La comunicación desempeña un papel fundamental en las fantasías sexuales de pareja. Es vital que ambos miembros de la relación se sientan cómodos y seguros al expresar sus deseos y fantasías más íntimas. Al hablar abiertamente sobre las fantasías sexuales, se crea un ambiente de confianza y comprensión mutua, lo que fortalece la conexión emocional y aumenta la intimidad en la relación.
La comunicación abierta permite explorar y comprender las fantasías sexuales de cada persona. Puede haber diferencias en las fantasías entre los miembros de la pareja, pero eso no significa que no puedan ser compartidas y disfrutadas juntos. Al expresar nuestras fantasías, podemos descubrir áreas de interés comunes y encontrar formas de hacer realidad esas fantasías de manera consensuada y placentera.
Además, la comunicación constante y sincera sobre las fantasías sexuales ayuda a evitar malentendidos, asegurando que ambos estén en la misma página y se respeten los límites y las preferencias de cada uno.
Si desean llevar sus fantasías sexuales a un nivel más práctico, pueden explorar opciones ofrecidas por un sex shop online. Estos sitios suelen ofrecer una amplia gama de productos, desde lencería sensual hasta arneses sexuales, que pueden ser utilizados para cumplir ciertas fantasías.
Sin embargo, es importante recordar que la comunicación y el consentimiento siguen siendo fundamentales incluso al incorporar juguetes sexuales o elementos de juego en la relación. La comunicación abierta y la exploración conjunta de las fantasías sexuales pueden agregar una nueva dimensión de excitación y satisfacción a la vida sexual en pareja.
Recuerda que compartir con tu pareja sus fantasías sexuales femeninas.
Ahora que ya hemos hecho un breve resumen, ¿Cuáles son tus fantasías sexuales?