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En el recuerdo tenemos varias campañas publicitarias que han hecho que el uso del preservativo cale entre la sociedad y se normalice. Aquel “Póntelo, pónselo” aún sigue muy presente.
O quizás, no tanto, porque a pesar de que todos tenemos claro los beneficios de su uso, o deberíamos, lo cierto es que ponernos el condón es todavía para muchas parejas un momento incómodo que incluso puede llegar a romper la excitación.
No debes ver el preservativo como tu “enemigo” a la hora de tener sexo. Vamos a enseñarte a que no te corte el rollo y a que te olvides de eso de que “resta gustito”. Lejos de ser tu enemigo, el preservativo tiene muchos beneficios que mejoran tu vida sexual.
El primero es ser un método anticonceptivo eficaz y probado. Evita embarazos no deseados y previene el contagio de ITS, Infecciones de Transmisión Sexual, como la clamidia, sífilis, VIH…
Además, estamos hablando de un método anticonceptivo cómodo, que puedes conseguir muy fácilmente, ya que no necesitas receta, y lo puedes llevar en cualquier lado gracias a su reducido tamaño. No hay excusas para no llevar tu protección encima.
Usar un condón no va a ocasionar ningún efecto secundario. Ni fiebre, ni trombos… de modo que son aptos para todo tipo de persona. Incluso para aquellas alérgicas al látex, puesto que encontramos preservativos sin este material.
Otro de los beneficios del uso del preservativo es que, si sabes elegirlos, será un complemento sexual brutal, ya que existen condones con sabores, texturas… pensados para que, al contrario de restarte excitación, aumenten tu placer.
Ya te decíamos al principio de este artículo que hay un imaginario popular que tiende a relacionar el uso del preservativo con una bajada de la libido, un cortarollos… hay quien incluso afirma que es incómodo (seguramente porque no están usando su talla correcta…).
De modo que, en principio, podríamos decir que sí, que el uso del condón afecta a las relaciones sexuales o, mejor dicho, afecta a cómo queremos afrontarlas. Vamos a intentar ayudaros a quitar esa negatividad en torno al uso del condón.
Tenemos una rotunda noticia que darte: el condón debe usarse durante todo el acto sexual. Menuda sorpresa, ¿verdad? Porque lo habitual es que nos lo pongamos únicamente en el momento justo de la penetración.
Nos equivocamos en el momento de ponerlo y, también frecuentemente, en el momento de quitarlo, haciéndolo antes de tiempo. Lo ideal es que, en cuanto el pene esté erecto, se coloque el preservativo.
Además de poner en práctica el consejo anterior, y colocarte el condón en el momento oportuno, existen ciertos detalles que pueden ayudarte a no perder esa libido que afirmas desperdiciar en el momento de usar el preservativo.
Lo primero: Tenerlo a mano. Comprendemos perfectamente que si, en pleno acto sexual, tienes que irte a buscar un condón a la otra punta de la casa, o a rebuscarlo en un cajón, se te baje todo. Tenlo cerca, a mano, que no tardes más de 10 segundos en cogerlo.
No tienes por qué ponértelo tú. ¿Y si involucramos a nuestra pareja en la colocación de condón para convertir este momento en un excitante juego erótico más? Y un consejo más: usa condones “divertidos” para que no te resulte tan poco excitante este momento: con sabores, texturas….
¿Sabías que los condones caducan? Pues sí, caducan. Su vida media es en torno a 4 años, de modo que si eres de los que almacenan condones en el fondo del cajón, ten cuidado, revisa la fecha en su envoltorio y asegúrate que no está caducado.
Y hablando de cajones… los condones deben guardarse en un lugar fresco y seco, por lo que, por ejemplo, esos que tienes guardados en la guantera del coche, probablemente ya no sirvan por el calor al que han podido verse sometidos.
Un error frecuente es romper el preservativo al abrir el envase en el que se encuentra. No uses los dientes ni objetos punzantes para abrirlos, porque podrías dañar el condón. ¡Ah! Y aunque parezca obvio, los condones son de usar y tirar.
Super consejito del día: Si dejas de usar ese condón “normal” y anodino, quizás caigas en el sentimiento de aburrimiento en torno al preservativo del que venimos hablamos. ¿Has probado la variedad que hay en el mercado?
Son ideales para darles un toque diferente al sexo oral. Vas a encontrar preservativos de sabores más tradicionales como el chocolate, la fresa o la vainilla, hasta algunos más sofisticados como la menta o hasta el champagne.
Los preservativos retardantes alargan las relaciones sexuales gracias al anestésico que los recubre en su interior. Es, en concreto, benzocaína, que ayuda a reducir la sensibilidad y, por tanto, retrasar la eyaculación, de ahí su nombre.
Los preservativos texturizados no son lisos, sino que incluyen texturas como estrías o puntos que producen sensaciones diferentes durante la penetración.
El sexo oral también cuenta con preservativos especiales diseñados para este momento. Son pequeñas láminas de látex que hacen de barrera durante el sexo oral, especialmente diseñados para la vulva y el ano. Además, los hay de sabores para hacerlo aún más “sabroso”.
Dentro de la categoría de preservativos especiales encontramos, por ejemplo, a los de tamaño XXL para aquellas personas que necesitan un tamaño mayor o las barreras bucales para el sexo oral.
También aquí tenemos que recordar que existen preservativos sin látex para aquellas personas alérgicas a este material.
Pues sí, también existen condones femeninos, pensados para ser colocados en el interior de la vagina ajustándose a sus paredes. Además de proteger contra embarazos no deseados, lo hace contra ITS. El condón interno se coloca en el interior de la vagina, y el aro externo recubre la vulva para incrementar la protección de contacto.
Debe retirarse justo después de la eyaculación, cuando la erección aún no ha desaparecido. De otro modo, podría haber riesgo de fugas o de quedarse atrapado en el interior de la vagina o el ano.
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Es importante desmitificar y abordar las creencias erróneas que rodean al uso del condón para fomentar una sexualidad saludable y segura. Uno de los mitos más comunes es que el uso del condón disminuye el placer sexual.
Sin embargo, esto no es cierto. Los condones modernos están diseñados para brindar comodidad y sensibilidad, permitiendo una experiencia sexual placentera para ambas parejas.
Además, existen diferentes variedades de condones disponibles en un sex shop, como los condones texturizados, que pueden agregar estimulación adicional durante el acto sexual. También se pueden utilizar lubricantes a base de agua para aumentar la comodidad y el disfrute.
Otro mito es que el uso del condón interfiere con la intimidad y la conexión emocional. En realidad, el uso responsable del condón demuestra preocupación por la salud y el bienestar de la pareja. Al protegerse mutuamente y prevenir enfermedades de transmisión sexual, se establece un ambiente de confianza y cuidado.
Además, incorporar la elección y compra de condones en la rutina íntima puede ser una oportunidad para explorar juntos opciones diferentes y agregar elementos como la lencería o el uso de juguetes sexuales, como un vibrador o un dildo, para mantener la excitación y la diversión en la relación.
Desmitificar estos conceptos erróneos es fundamental para promover una actitud positiva y responsable hacia el uso del condón en la vida sexual.
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