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¿No sabes lo que es una cistitis postcoital? En este artículo te lo vamos a explicar, pero quizás ya lo has sufrido, o lo sufrirás porque, según la Asociación Americana de Urología, el 60% de las mujeres tendrá alguna vez en su vida las molestias típicas de la cistitis postcoital.
La cistitis hace referencia a la inflamación de la vejiga urinaria. Son más comunes en las personas con vulva porque tienen la uretra corta y cerca del ano, por lo que el acceso de las bacterias a las vías urinarias es más sencillo.
El cuerpo es sabio, y en muchas ocasiones nos da señales de que algo no va bien. En el caso de la cistitis postcoital, también.
Estos son los síntomas que puedes sentir si sufres esta dolencia:
La cistitis postcoital es una infección provocada por la bacteria Escherichia coli (E. coli). Se manifiesta como dolencia dependiendo de diversos factores, como cambios hormonales o físicos, alguna reacción a algún medicamento o incluso reacciones a ciertos elementos de higiene cotidiana como desodorantes, preservativos o sales de baño.
¿Sabes cuál es el pH natural de tu vagina? Ya te lo decimos nosotros: de 3,8 a 4,5 es su cifra normal. El pH se mantiene en un estado ácido saludable gracias a pequeñas bacterias llamadas lactobacilos.
La flora vaginal actúa como una barrera contra los microbios y otros microorganismos patógenos, ayudando a su eliminación produciendo sustancias antimicrobianas.
Todo este equilibrio es el normal y habitual cuando la vagina está sana, pero si se desestabiliza por algún motivo, es cuando aparecen las infecciones.
Hay multitud de bacterias alojadas en el cuerpo, esperando para poder “atacar” nuestra vejiga y provocar una cistitis. Y esto puede ocurrir durante nuestras relaciones sexuales, ya que la anatomía de las personas con vulva lo facilita, al situar la zona anal, vaginal y uretral en la misma área, el índice de infección es mayor.
Dicho esto, y aunque podríamos concluir que cualquier relación sexual puede provocar una cistitis postcoital, no tienes por qué asustarte. Con unos simples tips de higiene básica podrás prevenirlo.
Este consejo vale para todo… pero en las relaciones sexuales es básico. Nuestras manos están en constante contacto con objetos llenos de bacterias que, si luego van “al pan” (es decir, a los genitales), pueden transmitir esos bichitos tan nocivos.
Por ello, antes de cualquier acto sexual que implique tocar con tus manos (y seguro que son todos…), debes lavarte bien las manos.
Quizás estés pensando que ponerte a hacer pipí antes del acto sexual pueda ser lo más antimorbo del mundo. Pero hay que hacerlo. Orinar antes de tener relaciones sexuales es uno de los actos cotidianos que más te pueden servir para prevenir una cistitis. ¿El motivo? Al vaciar la vejiga, logramos que no haya orina que pueda ser el caldo de cultivo, nunca mejor dicho, para cualquier bacteria.
Mira el lado bueno: además de prevenir la cistitis, te aseguras que, mientras realices el acto sexual, no te van a entrar ganas de orinar, algo que suele ser muy incómodo.
¿Y después? Pues también. Debes igualmente volver a orinar lo antes posible tras el sexo porque, además de que tu cuerpo lo va a necesitar, la orina actuará como limpiador de la uretra.
Usar un lubricante en todo acto sexual siempre es recomendable. De ese modo, evitarás cualquier problema derivado de la sequedad de la vagina. Pero estos lubricantes deben ser lo más naturales posible para que sus posibles compuestos químicos no nos dañen. Los mejores son los de base de agua.
También es aconsejable utilizarlos cuando utilizas juguetes sexuales como vibradores vaginales, consoladores, entre otros. Los lubricantes los puedes comprar lubricantes en tu sex shop favorita.
No debemos alterar nuestra flora vaginal. Es algo muy valioso que nuestro cuerpo humano tiene para protegernos de infecciones. Por ello, es importante no alterarla y para ese fin, lo mejor es siempre lavar la vulva sólo con agua..
¡Ah! No te recomendamos para nada las duchas vaginales, pues pueden destruir esa flora; la vagina se limpia sola.
Si antes de estimular la vulva hemos estimulado el ano, debemos tener cuidado con no llevar bacterias de un lado a otro. Por ello, tanto si el ano ha sido estimulado con dedos o juguetes, deben ser limpiados antes de llevarlos a la vagina. Y si has optado por una penetración anal con el pene, cambia el preservativo entre el ano y la vagina.
Además de todo lo dicho, hay algunos consejos que puedes aplicar a tu vida cotidiana y que te van a ayudar a prevenir la cistitis postcoital.
Por ejemplo, algo tan sencillo como usar ropa interior de algodón o, si tiene otro materiales, que no sean en la parte que toca la vulva. Esto facilita el mantenimiento del pH en equilibrio. Y hablando de prendas… si son anchas, mejor, tu vulva debe respirar y la ropa muy ajustada no ayuda.
Límpiate siempre de delante hacia atrás y nunca al revés después de ir al baño.
Bebe mucha agua y limpia bien la copa menstrual, si la usas.
Sigue estos consejos para tener una vida sexual más saludable.
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