De Japón nos han llegado a lo largo de la historia, y lo siguen haciendo, grandes inventos, descubrimientos o técnicas para poner en práctica en diferentes ámbitos de nuestra vida. También en el ámbito sexual. El arte de atar japonés es una de estas maravillas niponas que hemos importado. Hoy hablamos del shibari bondage.
¿Qué es el Shibari?
Cuando hablamos de bondage, hablamos de las técnicas que buscan inmovilizar a un individuo, ya sea total o parcialmente, usando cuerdas pero también todo tipo de objetos, como cadenas o esposas. Si hablamos específicamente del shibari, es únicamente el arte de atar con cuerdas.
Al hablar de diferencias con el bondage, en este caso no se busca la sumisión de la pareja o persona que va a ser atada, sino crear vínculos de energía entre atador y atado. Una energía que busca darnos placer.
Se tiende a creer que el shibari tiene su origen en la forma en la que los samuráis, y posteriormente la policía de Japón, usaban las cuerdas para someter y torturar a sus prisioneros. Y, lamentamos decirte, que no es del todo cierto. Esto que te describimos es en realidad el arte marcial hobaku-jitsu, que se usaba en la época EDO para transportar y torturar sin dañar de forma permanente a los prisioneros. Las cuerdas usadas diferían en función de la clase social, la edad y hasta la profesión del prisionero en cuestión.
El hobaku-jitsu y el shibari tienen ciertas similitudes, como el uso de cuerdas o su origen japonés, pero no son lo mismo.
La primera documentación del shibari data de finales del periodo Edo, en forma de imágenes en el castillo de Matsumoto, donde aparecía el uso de las cuerdas con fines eróticos. Con los años el shibari evolucionó de técnica de tortura a una práctica erótica de alta carga sensual.
A finales de la Segunda Guerra Mundial se popularizan revistas que mostraban prácticas de shibari, creando un gran interés en los soldados americanos asentados en la zona. Estas revistas mostraban a personas atadas en situaciones y posturas eróticas.
A los soldados les impactó mucho, sobre todo porque, al contrario de lo que solía ser habitual en la sociedad japonesa, reacia a mostrar emociones, en esas estampas se veían perfectamente expresiones faciales. Tanto les gustó, que quisieron empezar a ponerlo en práctica…
Shibari bondage vs kimbaku
De Japón también nos llega el término Kinbaku, que significa atar apretado, o atar fuerte. Es muy similar al Shibari, pero no son lo mismo. La principal diferencia con el shibari es que aquí se busca una buena estética, y alcanzar la satisfacción sensorial por medio de cuerdas, elevando el erotismo y la sensualidad. El kinbaku es aún más estética y artística que el shibari y buscará siempre dar placer a través de esa presión de las cuerdas. El bondage, simplemente, busca restringir el movimiento.
Una cosa que sí tienen en común el shibari con el kimbaku es que ambas técnicas usan cuerdas de fibras naturales, como el yute o el cáñamo, mientras que el bondage se sirve de cualquier cosa para lograr esa inmovilización.
Aunque hay muchas formas de atar, todas tienen algo en común: se logra una inmovilización del cuerpo o de la persona atada. Da igual si la atadura es más o menos fuerte, más o menos estética, la cosa es que la persona atada quede inmóvil y por tanto a la merced de la persona que le ha atado.
En todo caso, y como siempre os decimos en cualquier técnica o juego sexual, recordad que la comunicación y las prácticas consensuadas, son la base de toda relación.
Cómo practicar el shibari BDSM
La persona que va a atar a la otra, debe hacerlo amarrándola haciendo dibujos con las cuerdas y nudos, creando figuras con el cuerpo.
Si sois de un nivel avanzado, se pueden incluir suspensiones con la persona atada. ¡Se crean verdaderas obras de arte! En este caso, necesitaréis pasar una de las cuerdas usadas por un gancho que se coloque en el techo y se ate a la persona para elevarla. En caso contrario, si os estáis iniciando en esta técnica, podéis consultar nuestro post sobre el comienzo en nudos bondage para aprender unos tips básicos.
Quizás os preguntéis si el shibari incluye sexo genital. Puede incluirlo, pero no es imprescindible ni necesario. El propio shibari es una experiencia muy placentera que no tiene por qué buscar el orgasmo genital.
Precauciones de la técnica shibari bondage
Como toda práctica sexual, el shibari también requiere tomar una serie de precauciones. Especialmente importantes si somos principiantes.
En muchas ocasiones, el sentido común os ayudará a poner en práctica esta y otras prácticas sexuales de forma segura, pero, por si acaso, aquí tenéis algunas precauciones básicas:
Aunque la intensidad y fuerza puede variar, os aconsejamos que no os paséis de fuerza. No hay que producir ningún tipo de gangrena a tu pareja sexual. Un atador experto sabrá valorar la intensidad con la que debe hacerlo.
Jamás se debe dejar sola a la persona atada, debe estar siempre vigilada, para asegurarnos que se encuentra perfectamente.
Es mejor practicar el shibari con alguien con quien se tenga mucha confianza.
No os apresuréis en conseguir la atadura final. El proceso es igual de placentero: importa el cómo lo conseguís, el camino que recorréis hasta crear la “obra de arte con cuerdas”, y también el que “descorréis” para desatar a la persona.
Esperamos que gracias a esta pequeña introducción, logréis ser expertos en el arte japonés de atar a las personas. El Shibari puede ser vuestra nueva práctica sexual favorita. Ya nos lo contaréis
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