¿Habéis sentido alguna vez un amor incondicional por alguien? Si es que sí, debéis saber que habéis experimentado el amor ágape. ¿Qué es eso del amor ágape? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el amor ágape?: significado
El concepto de amor ágape no viene de la filosofía griega, aunque después la teología cristiana lo ha seguido desarrollado. Define a un amor caracterizado por ser incondicional, desinteresado y altruista, que no espera nada a cambio y se centra en cuidar a la otra persona.
Explorando la esencia del amor ágape
Aunque, como vamos a ver, el amor ágape tiene mucho más para profundizar, la gran esencia de este es el amor incondicional y generoso, ya que nos entregamos a la otra persona sin condiciones. Es una de las relaciones más bonitas que pueden existir.
Vínculo sagrado del amor ágape
Cuando hablamos de amor ágape tenemos que referirnos también a un término relacionado con este: el vínculo sagrado del amor ágape.
El amor ágape conecta a las personas de una forma profunda y espiritual, dando un paso más allá de la superficialidad.
Características del amor ágape
Ya te hemos avanzado antes que la principal característica del amor ágape es la incondicionalidad, es decir, no esperar nada a cambio, afrontar el amor sin condiciones y sin esperar nada de la otra persona: tú seguirás amando igual y entregándote en cuerpo y alma a su bienestar.
Es un amor, por tanto, en el que no hay interés en ningún tipo de beneficio ni recompensa. No quiere nada para sí mismo, sino solamente para el bienestar de la otra persona. Si hablamos tanto de dar sin recibir, podemos decir también que es un amor altruista.
Otras características presentes en este tipo de amor es la empatía, el perdón, la tolerancia y mucha, mucha, generosidad.
Ejemplos de amor ágape
Quizás estás pensando que esto del amor ágape se da solo en las parejas, pero no es así, ya que puede manifestarse en muchos tipos de relaciones.
Por ejemplo, el amor ágape se muestra también hacia familiares y amigos, al mostrarles apoyo incondicional, cuidado mutuo. Y más allá de amigos y familiares, ese momento en el que, de forma altruista y caritativa, os entregáis a ayudar a los demás, es, sin duda, otra muestra de amor ágape.
Y ojo, porque amarse a uno mismo está muy bien, y el amor ágape es aplicable en primera persona, para demostrarnos amor, cuidándonos y evitando compadecernos de nosotros mismos.
Integrando el amor incondicional en tu cotidianidad
Uno de tus grandes desafíos puede ser introducir este amor ágape, incondicional, en tu vida cotidiana. Pero se puede conseguir.
¿Cómo? Poniendo en marcha tu empatía, gratitud, generosidad, haciendo autocrítica para reconocer limitaciones y prejuicios y escuchando activamente a las personas. Si a todo esto sumas amor propio, paciencia y la capacidad de pedir perdón y perdonar, el amor ágape está a tu alcance.
Cómo cultivar el amor ágape en tus vínculos
El amor ágape requiere de un cierto esfuerzo que se produzca de forma constante y consciente.
Además, saben escuchar, prestando mucha atención a lo que dice, con palabras y gestos, la otra persona, sabiendo en todo momento lo que puede necesitar, y, para dárselo, no duda en hacer sacrificios personales si el beneficio final es para la otra persona. Es, sin duda, una muestra de apoyo incondicional que no se da en ningún otro tipo de amor. Además, ya lo hemos comentado, este sacrificio se da sin esperar nada a cambio, en una muestra de generosidad brutal.
Saber perdonar es importantísimo para mantener una relación saludable, así como fomentar una comunicación abierta en la que ambos miembros de la pareja puedan hablar con honestidad.
Actos de cariño que nutren el alma
Por todo lo explicado, la conexión emocional que se genera en una relación de amor ágape es tal, que cualquier muestra de cariño se recibe con muchísima pasión, fortaleciendo más si cabe la relación y, desde luego, alimentando el alma.
El Rol de la empatía en el amor ágape
Una de las cualidades que engloban las personas que sienten un amor ágape es la empatía, ya que se ponen en el lugar de la otra persona comprendiendo sus emociones y sentimientos.
Esto permite llegar más fácilmente a lo que puedan necesitar. Además, esta empatía se practica en muchos aspectos, también a la hora de aceptar a la persona como es, con sus virtudes, defectos o posibles “imperfecciones”. Al amor ágape no le importa nada, lo acepta todo.
Conclusión
El amor ágape te llevará un tiempo y esfuerzo para cultivarlo, pero también es cierto que es muy enriquecedor y fortalecerá los lazos emocionales.