En BELOVER utilizamos cookies analíticas con tu consentimiento para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tu visita en este sitio web para medir las preferencias de nuestros visitantes. Para información adicional Pincha aquí.
El amor no tiene edad, ni momento… ¡Ni espacio! El amor a distancia siempre ha estado entre nosotros, pero parece que ahora, con la ayuda de la tecnología, está más presente que nunca y cada vez son más las parejas que, desde el inicio o en algún momento de su relación, viven una fase en distancia. ¿Cómo podemos mantener la llama encendida cuando nos separan cientos o incluso miles de kilómetros?
Y es que, no nos engañemos, las relaciones a distancia se enfrentan a importantes desafíos diferentes a los de una pareja “convencional” que vive en una misma ciudad.
Evidentemente, la distancia física es el aspecto más definitorio de este tipo de relaciones. Y también el principal desafío. Hablamos de distancias que a veces son cientos de kilómetros, o incluso miles.
Algunas parejas a distancia les separan unas horas en coche, a otras en tren y otras incluso necesitan coger un avión porque son más lejanas.
Otro desafío en parte relacionado con el anterior es la diferencia horaria. No son pocas las parejas en las que uno de los miembros se encuentra en Europa y el otro en América. Son diferencias horarias de 7-8 horas que pueden hacer complicado llevar una vida “paralela” en la que, por ejemplo, podamos comunicarnos en un mismo momento cuando ambos estamos haciendo algo tan sencillo como tomar el almuerzo.
Por esa distancia y esa diferencia horaria puede aparecer una temida falta de comunicación… en la que no conseguimos ponernos de acuerdo en el momento de contarnos algo.
Pero no hay desafíos invencibles, y máxime cuando hablamos del amor… ¡Que lo puede todo! A grandes desafíos, grandes soluciones.
Sí, ya hemos dicho que la distancia y la diferencia horaria son un problema, pero también decíamos antes que la tecnología ayuda a este tipo de relaciones. Aprovecha todas las opciones posibles para mantener una comunicación abierta: llamadas y videollamadas en “directo” cuando sea posible y mensajes/WhatsApp cuando estéis en otro huso horario. A tu pareja le encantará despertar y leer tus mensajes, aunque en ese momento tú ya estés durmiendo.
Toda pareja necesita un contacto físico, y en el caso de las relaciones a distancia casi más aún. Por ello, una vez tengáis claro vuestra dinámica de trabajo, tiempo y espacio, debéis planificar visitas frecuentes. Un mes vas tú, otro mes viene él/ella…
Los celos y la desconfianza son uno de los grandes desafíos de toda pareja. En el caso de las relaciones a distancia puede aparecer con más frecuencia. Debéis huir de eso porque la cosa no acabará bien.
Confianza, honestidad, normas claras… los dos miembros de la pareja debéis estar dispuestos a asumir compromisos y a remar a favor de esta relación.
Desafíos o no, lo cierto es que tener una relación a distancia también nos ofrece la posibilidad de despertar nuestro lado más romántico y conquistador.
¿Recuerdas cuando no había móviles y mandabas cartas o notitas en el instituto a esa persona que te volvía locx? Las cartas tienen un elemento romántico único. ¡Vuelve a usarlas! Escribe cartas a tu pareja desde tu ciudad, en el que puedas contar con detalle todo eso que, quizás, te olvidaste contar en esas llamadas express que conseguís hacer en vuestra diferencia horaria.
Los regalos son otro elemento que tu pareja agradecerá: cumpleaños, celebraciones especiales o, simplemente, un detalle que no espere en cualquier momento del año. En este caso, la distancia no suele un problema para que, hoy en día, con más o menos celeridad, un paquete recorrer kilómetros para llegar a destino.
Que no se diga que la distancia es un problema para mantener abierta esa comunicación que ya decíamos es tan importante. La tecnología juega a nuestro favor y hoy en día tenemos un montón de aplicaciones para poder hacer videollamadas y sentirnos un poquito más cerca.
Antes te contamos lo importante que es planificar las visitas, pensando sobre todo en ese típico momento en el que uno y otro van a las ciudades de sus respectivas parejas para verse.
Pero… ¿Y si el reencuentro no se produce en vuestras ciudades? ¿Por qué no organizar un viaje, una escapada, en un punto intermedio o en ese destino que os morís de ganas de conocer? ¡Reencontraros en otro lugar no habitual será super bonito!
Lo ideal es que una relación, a distancia o no, dure para siempre. Eso pasa cuando encuentras a tu persona. Pero las peculiaridades a las que se enfrentan este tipo de relaciones hace que su duración puede verse afectada.
En todo caso, depende de muchos factores. Por ejemplo, del tipo de relación que una pareja tiene. Si se trata de una pareja plenamente asentada con una fuerte conexión emocional, será más sencillo que dure mucho que si es una pareja más joven o reciente.
De igual modo, no es lo mismo afrontar una separación circunstancial por cuestiones de trabajo o de familia, que vaya a durar poco tiempo, a que la separación física vaya a ser muy prolongada.
Poder visitaros con frecuencia será una de las claves para que la relación no se resienta en su duración. Cuanta más facilidad tengáis para hacer esas visitas, más estable será la pareja.
Y por supuesto, vuestro entorno también será importante a la hora de mostraros apoyo para soportar una relación a distancia.
Cuando un amor es verdadero, se nota. Y en las relaciones a distancia también lo notaréis, en ese momento en el que sintáis que la distancia no impide quereros con locura, en el que la confianza, el apoyo incondicional, la sinceridad y la empatía vayan siempre de la mano.
Un amor a distancia no es sencillo, pero no es imposible para nada y, a pesar de sus desafíos, os dará muchas alegrías. Sí, ES POSIBLE.