Ha llegado el momento de que tu pareja disfrute como nunca gracias a ti. ¿Ya practicas el cunnilingus? Si no es así, sigue leyendo, porque debes empezar ya a introducirlo en tus rutinas sexuales.
¿Qué es el cunnilingus?
El cunnilingus es una forma de practicar sexo oral que proporciona un gran placer a la mujer. Tu lengua, boca, labios e incluso tus dientes, serán los protagonistas de movimientos consistentes en lamer, morder y chupar el clítoris, la vagina y los labios de la vulva de tu pareja.
Antes de contarte cómo practicarlo, te diremos, a modo de curiosidad, que el cunnilingus no es nuevo, y que tiene un gran arraigo en la cultura china. Tanto, que su emperatriz entre los años 690 y 705 d.C, Wu Zetian, decretó que cualquier dignatario visitante del reino le rindiera respeto realizándole un cunnilingus.
¿Cómo hacer un buen cunnilingus?
No os preocupéis si sois nuevos en la práctica del cunnilingus porque os traemos la guía definitiva para hacerlo a la perfección.
Empieza a jugar
Si tienes prisa, el cunnilingus no es tu práctica sexual. Vas a necesitar jugar previamente antes de practicarlo. La estimulación de la zona, del resto del cuerpo, el erotismo de las caricias y besos previos al acto son claves para alcanzar después el clímax.
Sube la potencia poco a poco
La clave del cunnilingus es jugar poco a poco sin ser brusco. Tu lengua no debe ser blanda, pero tampoco comenzar desde el principio como una piedra. Hazlo poco a poco, subiendo lentamente la intensidad con la que posicionas y usas tu lengua. En este momento, te ayudará mucho observar a tu pareja y ver lo que te pide con su mirada, sus gestos, sus gemidos… déjate guiar por ella.
Los labios internos merecen tu atención. Debes lamerlos con la punta de tu lengua de abajo hacia arriba. Suavemente primero, y aumentando poco a poco la velocidad y fuerza con la que los lames. Y aún no llegues al clítoris... hazte rogar, deja a tu pareja con las ganas… de momento. Puedes hacer lo mismo en los labios externos.
Combina succiones con masajes
No, no se trata de dar masajes en los hombros o la espalda a tu pareja. Hablamos de que tu lengua combine movimientos de succión con masajes en los labios de tu pareja, intercalándolos para que el aburrimiento nunca sea protagonista del acto sexual.
Usa tus manos a la vez que tu boca
En el sexo oral, la boca va a ser el órgano principal que entre en juego, pero no el único. Tus dedos pueden acariciar los labios externos e internos de la vulva, siempre suavemente, con movimientos estimulantes. Incluso puedes introducirlos dentro de la vagina, de nuevo con suavidad.
¿Y si usas tus manos también en el ano? Prueba, la combinación resultante también es muy placentera.
Estimulación del clítoris
Tras los pasos anteriores, es el momento de llegar a ese lugar que tu pareja estará deseando que explores: el clítoris. A estas alturas, el nivel de estimulación y excitación será elevado, pero eso no debe hacerte olvidar que estás ante una zona delicada que debes tratar con mimo y suavidad. No seas brusco...
Posturas ideales para un buen cunnilingus
Lengua de gato
Para realizar esta postura, quien recibe el cunnilingus debe estar en una superficie plana, estirada boca arriba, y con las piernas en alto y abiertas. Si eres quien lo hace, debes estar de rodillas con tu cabeza y boca a la altura de la vulva, para que el acceso a la misma por parte de la lengua sea cómoda y directa.
De perrito
Si eres quien tiene la vagina, debes colocarte en la postura del perrito, de rodillas y con los brazos apoyados. Quien haga el cunnilingus estará detrás, en una posición similar a la de la lengua de gato, pero con un acceso distinto a la vulva, lo que dará dinamismo a la cosa.
La silla de la reina
La reina en esta postura es la persona con vagina, y tiene el control sobre la situación. La persona que realiza el cunnilingus está tumbado boca arriba, y la persona con vagina se situará encima, siendo quien realice los movimientos corporales que faciliten a la lengua de la pareja realizarlo. Como está encima, controla cuándo parar o seguir a su antojo.
Uno de los errores más comunes en la práctica del cunnilingus es ir demasiado deprisa y bajar al clítoris de inmediato. Tómate tu tiempo, las prisas no son buenas consejeras, debes estimular las zonas erógenas previas al clítoris antes de comenzar. Por ejemplo, puedes comenzar por las orejas, el cuello, el pecho... bajando poco a poco recorriendo todo el cuerpo.
Igualmente, no te quedes solo en el clítoris. Debes estimular también los labios de la vulva.
Succiona, pero con cuidado
Succionar es excitante, pero no lo debes confundir con absorber. Debes realizar succiones suaves, con movimientos ligeros, que en ningún caso lleguen a ser como si absorbieras agua de una pajita. Los lametones bruscos tampoco son recomendables.
No uses la lengua como el pene
La lengua no es el pene y, por tanto, el modo de usarlo tampoco debe ser igual. No intentes imitar el movimiento de meter y sacar que harías con tu pene, porque con la lengua no vas a conseguir el mismo efecto. Más bien al contrario, tu pareja se aburrirá bastante y probablemente se lleve bastante mala impresión de tus capacidades con el sexo oral. Si en algún caso quieres simular una penetración, ayúdate de tus dedos, pero no lo intentes con la lengua; no resulta tan excitante como piensas.
Utiliza su vientre
En la estimulación del cuerpo, más allá del clítoris, solemos olvidar el vientre. No saltes del pecho a la vulva... acariciar el vientre también es muy placentero. Haz lo mismo con el Monte de Venus (el pubis), préstale atención. Igualmente, también da placer apretarlo realizando una leve presión. Si al mismo tiempo los dedos de tu otra mano están dentro de la vagina, crearás una fricción al punto G que va a encantar a tu pareja.
No tengas prisa
Ya hemos comentado que las prisas no son buenas. Y como ves, existen muchos movimientos y partes del cuerpo que pueden entrar en acción para no aburrirte con el cunnilingus. No tienes excusa para no hacer las cosas bien, y en su momento. Además, tu pareja necesitará su tiempo para llegar al clímax. Que perciba que tienes prisa por acabar puede conseguir el efecto contrario y arruinar el momento.
La importancia de la comunicación en el cunnilingus
La comunicación juega un papel fundamental en el cunnilingus, ya que permite establecer un vínculo íntimo y placentero entre las parejas. Es importante que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos y abiertos para expresar sus deseos, preferencias y límites durante esta experiencia sexual.
Hablar abierta y sinceramente sobre lo que se disfruta, lo que se desea explorar y cualquier indicación específica garantiza que el cunnilingus sea placentero y satisfactorio para ambos.
Además de las palabras, la comunicación también puede ser no verbal durante el cunnilingus. Se pueden utilizar gestos, gemidos y susurros para guiar al compañero y transmitir las sensaciones y estímulos que se prefieren.
Al estar atentos a las señales del cuerpo y las reacciones de la pareja, se pueden ajustar las técnicas y el ritmo para maximizar el placer. La comunicación abierta y sincera fomenta la confianza y la complicidad en el acto sexual, permitiendo una mayor conexión emocional y física entre los participantes.
En la búsqueda de enriquecer la experiencia del cunnilingus, se pueden explorar diferentes elementos que complementen el acto, como el uso de juguetes sexuales.
Es importante que la comunicación sea clave al incorporar estos elementos, asegurándose de que ambos estén cómodos y de acuerdo con su uso, y de que se respeten los límites y preferencias de cada uno.
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