Masturbarnos gusta. Y mucho. Y, si bien en ciertos momentos parece que hay personas que esconden la masturbación en un halo de secretismo y pudor o vergüenza, es algo supernatural. Y no solo eso, ya que, además, es beneficioso para la salud. ¿No te lo crees? Sigue leyendo porque vamos a contarte los beneficios de la masturbación masculina.
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Pues no, masturbarse no es malo, a pesar de cualquier mito que hayas podido escuchar, existen beneficios de masturbación masculina. Es decir, es todo lo contrario… ¡Masturbarse es buenísimo!
Ni uno, ni dos, ni tres… son muchos más los beneficios para tu salud que puede ofrecerte la masturbación.
Varias investigaciones recientes han puesto de manifiesto que al vaciar la glándula prostática con la masturbación, se ayuda en la prevención de infecciones y del cáncer de próstata. Y hay datos: si eyaculas más de cinco veces a la semana, el riesgo de padecer cáncer de próstata disminuye.
Esto se explica porque, al masturbarnos, y eyacular, expulsamos las toxinas que se puedan acumular en el tracto urogenital, que acogen las células cancerígenas en el caso de producirse cáncer de próstata. Al mantener los conductos limpios, la probabilidad de enfermar es menor.
Hay estudios que aseguran que, cuánto más te masturbes, mayor calidad y movilidad tendrán tus espermatozoides. Es más, si te masturbas antes del coito, liberarás nuevos y mejores espermatozoides, aumentando la posibilidad de fecundación.
Si tienes problemas de eyaculación precoz, puedes trabajar en ello masturbándote, ya que además de los retardantes sexuales, esta te ayudará a controlar las eyaculaciones y a incrementar la duración de tus relaciones sexuales con tu pareja.
Además, cuando nos masturbarnos, estamos ejercitando el pene, haciéndolo “más fuerte” para encarar una relación sexual.
Masturbarse relaja, tanto a nivel físico como emocional, por lo que nos ayudar a conciliar el sueño y descansar.
Y es que masturbarse es todo un relajante natural con el que vamos a poder combatir el insomnio. ¡Nada de pastillas para dormir! Esto tiene su explicación: al masturbarnos liberamos oxitocina y vasopresina, dos hormonas que tienen mucho que ver con el sueño ya que, al ser liberadas, se libera de igual modo la melatonina, que regular nuestro sueño.
Cuando nos masturbamos estamos ejercitando nuestro miembro viril, algo que ayuda a prevenir la disfunción eréctil y la incontinencia.
Como te comentábamos antes, refiriéndonos al cáncer de próstata, eyacular limpia los conductos implicados en la eyaculación, echando fuera de ellos las posibles bacterias que se hayan podido almacenar. Por ello es que decimos, sin equivocarnos, que masturbarse previene infecciones.
Y hay más: cuando nos masturbamos, aumentamos los niveles de cortisol, una hormona que mejora nuestro sistema inmunitario. ¡Vamos a estar preparadísimos para afrontar fuertes posibles resfriados!
Ya te hemos dicho que al masturbarnos liberamos oxitocina, una hormona que está relacionada con nuestra felicidad. Y no sólo esa, también dopamina. Ambas hormonas son liberadas durante la masturbación, lo que provoca que aumente nuestra sensación de felicidad y placer.
Nada mejor para nuestra salud sexual que conocernos bien. Y la masturbación nos permite autoconocernos de una forma bárbara. Conocer nuestro pene nos ayudará a controlar, por ejemplo, la eyaculación.
En conclusión, ya has visto que masturbarse es de todo menos malo, por lo que ya no tienes excusa para ponerte a practicarlo ya mismo.
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