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Nos encanta explorar todas las opciones sexuales que tenemos a nuestro alcance. Y los fetiches sexuales son una de esas sensaciones que pueden darnos mucho placer.
Pero conviene entenderlos para poder disfrutarlos, de modo que eliminemos de nuestra mente tabúes y sepamos dar rienda suelta a nuestros deseos más intrigantes.
¿Cuáles son los 10 fetiches sexuales más intrigantes?
La altocalcifilia es el fetichismo que relaciona el placer con los zapatos de tacón alto, tanto con llevarlos como observándolos. Está, por tanto, relacionado con el fetichismo asociado a prendas de vestir y al calzado, que se conoce como retifismo.
Generalmente, este fetiche se da más en hombres, que disfrutan observando a mujeres con tacón. Por ello, es común que ocurra en ambientes laborales donde la mujer puede lucir este calzado su oficinas.
La autoandrofilia es una parafilia que tienen principalmente las mujeres, y que consiste en sentir excitación sexual cuando se imagina a ella misma como un hombre.
Los hombres también pueden presentar este fetiche, el placer por vestirse del sexo opuesto, pero es mucho menos común.
El término francés bondage se enmarca dentro de BDSM, siglas que engloban prácticas como la dominación o la sumisión, dos prácticas sexuales muy recurrentes. Por tanto, definimos este fetiche como el placer que nos dan las ataduras de cuerdas, esposas, cinturones… la esclavitud…
La estigmatofilia es el placer que producen los piercings y tatuajes. A las personas que lo tienen les encanta ver y tocar cuerpos tatuados, perforados con piercings, etc. Y como hay de tantos tipos… ¡Este fetiche es enorme!
La tricofilia es el fetichismo por medio del cual sentimos excitación por el cabello, ya sea mirándolo, tocándolo… Algunos fetichistas de este tipo sólo sienten placer con un color de cabello determinado, otros con sólo con melenas largas, otros con pelos cortos… ¡Hay de todo!
La claustrofilia define al fetiche de sentir morbo cuando estamos en espacios cerrados, como puede ser un ascensor, o incluso una habitación en la que cerramos puertas y ventanas. Es decir, es lo contrario a la claustrofobia.
Con la palabra rubberistas definimos a los fetichistas del látex, uno de los fetiches sexuales más populares y que da placer cuando vemos, tocamos o vestimos ropa de látex.
El retifismo es la parafilia por medio de la cual sentimos excitación a través de cualquier tipo de zapato (y no sólo los de tacón). Las personas que tienen este fetiche disfrutan acariciando zapatos, pero también oliéndolos, besándolos, lamiéndolos…
Es una parafilia más común en hombres que en mujeres.
Y no nos alejamos mucho de los zapatos porque, dentro de ellos, están los pies. ¡Y los pies es uno de los fetiches más populares! Se llama podofilia, y es el placer que genera besar, tocar, lamer, oler… los pies.
Dirty talk es el arte de hablar sucio, de decir guarradas eróticas con el fin de excitar a nuestra pareja y poner a nuestra relación esa chispita sexual que le hace falta. Y es que una palabra erótica a tiempo puede encender la llama a cualquiera.
Además de esos fetiches más intrigantes, hay otros más comunes pero no menos fascinantes.
Ya hemos hablado antes del BDSM, pero es que vive un momento álgido gracias al éxito de la saga de libros y cine “Cincuenta Sombras de Grey”. Este título ha puesto la dominación y la sumisión en el disparadero de las parejas en toda relación. Es el placer de sentirse dominado…o de dominar. Un juego de roles en el que uno de los miembros de la pareja se entrega por completo al poder dominante del otro.
Otro de los grandes clásicos del fetichismo: sentir placer por la lencería. Es uno de los fetiches más extendidos y que se vive con más normalidad. Ver el cuerpo de tu pareja luciendo esa pieza de lencería que te encanta es algo maravilloso.
Los juguetes sexuales se han convertido en nuestros mejores compañeros sexuales. No sólo porque nos ayudan cuando estamos en soledad sino porque, también, son capaces de revolucionar las relaciones de pareja con interesantes propuestas que introducirán nuevas formas de placer.
¿Qué sería de nosotros sin la fantasía y la imaginación? Presente en todos los aspectos de nuestra vida, la fantasía e imaginación sexual no puede faltar.
Y los libros, el cine, la televisión… nos ayudan a que dicha imaginación vuele bien alto.
El fetichismo literario recibe el nombre de literofilia o narratofilia, y se define como la excitación sexual que podemos sentir con la literatura, hacia los libros y las palabras. Claro, nos referimos principalmente a relatos eróticos.
Algunas personas disfrutan leyendo este tipo de contenidos y otras escribiéndolo. En ambos casos, es el mismo fetiche, pero desde lados contrarios. Y es muy interesante porque la imaginación no tiene límites…
Del mismo modo que los libros nos pueden producir placer, el contenido audiovisual también. Ya sea una película, una serie de televisión, fotos o música, las personas con este fetiche se excitan al consumir contenido erótico en estos formatos.
Policías, bomberos, enfermeros, profesores… que nuestra imaginación nos lleve a jugar a ser otra persona para sentir placer en diferentes juegos eróticos forma parte del fetichismo de roles.
Todos los fetiches son sanos siempre que se practiquen de forma consensuada y no causen ningún tipo de daño físico o emocional a quiénes lo están practicando.
Cada persona es un mundo, y vive su sexualidad de diferentes formas. Por eso, no es fácil establecer cuál puede ser el fetiche más común entre los hombres. En todo caso, parece haber una cierta tendencia mayor hacia la podofilia, el fetichismo por la ropa interior y el BDSM.
En el caso de las mujeres, no está tan claro cuál es el fetiche preferido por ellas. Y es que se ha visto que las fantasías sexuales en este género son muy diversas y varían mucho de una persona a otra.
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